Los errores típicos en las empresas
En una situación de crisis siempre salen a flote los problemas y Luis de la O Robledo, presidente de la Asociación de Consultores Pyme Jica Laguna identificó tres casos comunes en las empresas laguneras: "Como consultor he encontrado tres problemas clave en las empresas de La Laguna, el primero es la familia en la empresa, después el hombre orquesta y finalmente la del empresario rico-empresa pobre".
El consultor precisó que éstos son los problemas típicos, "un diagnósticos inicial", después de esto como consultores se les señala qué áreas se pueden mejorar y en dónde se puede ahorrar.
Lo más difícil en una empresa en una situación de crisis es conservarse y para eso es indispensable realizar ajustes que no necesariamente tienen que ver con recorte de personal, sino con el ahorro en los gastos de operación y producción.
LA FAMILIA EN LA EMPRESA
De la O Robledo comentó que es común en el sector empresarial lagunero que exista una conexión directa entre la empresa y la familia, "es típico que el cuñado o el primo o el hermano, estén trabajando en la compañía y posiblemente no sea la persona más capacitada para el puesto que desempeña y esto se convierta en un problema mayor en la empresa".
El entrevistado que le han tocado casos de empresas consultadas donde es la participación de la familia la fuente de los problemas en la empresa. "Generalmente al empresario se le plantea escenario y se le dice directamente que su cuñado le hace más bien fuera de la empresa".
EL HOMBRE ORQUESTA
Otro caso típico en La Laguna es el Hombre Orquesta. "Este personaje, que viene siendo el dueño es quien cobra, vende, fabrica, platica con los clientes, repara y no delega ninguna responsabilidad importante a nadie", dice de la O Robledo.
En este caso se habla con directivo y se le señala que esa centralización de actividades le está perjudicando a su negocio. "Y le ponemos el caso de un avión en funcionamiento, un piloto necesita dirigir el vuelo y no atender a los viajeros".
EMPRESA POBRE-EMPRESARIO RICO Para el consultor, el síndrome de la empresa pobre-empresario rico, es común como en la tercera generación de empresarios. Se pueden identificar a simple vista, son negocios que se ven tristes, con maquinaria obsoleta, instalaciones viejas, mientras que sus dirigentes se la pasan en los clubes, viajando y viviendo con lujos. "Estos negocios parecen poco rentables, pero en realidad se les está exprimiendo al punto que "muchos llegan a quebrar".
El entrevistado señaló que lamentablemente estos problemas pese que están a la vista, nunca podrán ser detectados por los empresarios, hasta que 'un ojo externo' se los señala y justificó que aquí radica la importancia de una consultoría empresarial.
Explicó que existen distintos tipos y especialidades, "una empresa es como un ser humano, primero se da un diagnóstico inicial y después se trata con especialidades".
De la O Robledo comentó que recientemente 7 consultores laguneros de distintas especialidades recibieron la acreditación para aplicar la metodología Pyme Jica, que en términos generales ofrece atacar el problema de raíz y dar soluciones efectiva y con los mismos recursos.
"Es por esa razón que estos siete consultores nos vimos en la necesidad de juntarnos, ya que todos tenemos distintas especialidades, unos somos especialistas, unos somos especialistas en producción, otro en administración y otros en finanzas y mercado. Finalmente promocionó el Programa Pyme Jica de la Secretaría de Economía que está enfocado en apoyar las micros, pequeñas y medianas empresas con un subsidio para la aplicación de la consultoría Jica.
La empresa embrujada
Parece mentira pero es común que las empresas al ver que sus ventas decrecen o bien el nivel de producción está bajo, y la rentabilidad del negocio decae empiecen a pensar que su empresa 'está trabajando o embrujada y esto es común en La Laguna y en ese mercado venden de todo desde amuletos hasta ', dice el consultor Luis de la O Robledo que trabajó por 6 años en Crece Laguna. El entrevistado señaló que le tocó un caso de un empresario lagunero que en realidad pensó que su empresa estaba embrujada ya que las ventas estaban bajando de forma considerable, además de tener problemas con su personal y clientes.
"El empresario no entendía qué estaba pasando y ya le habían hecho planes de mercadotecnia y las ventas no repuntaban, así que recurrió a la esotería. "Y el esotérico le dio un amuleto y una loción que se tenía que poner todos los días , así como pasar el amuleto por todo el negocio y pues todo esto le funcionó, las ventas repuntaron y el negocio se expandió".
Un día al empresario después de tres meses se le ocurrió abrir el amuleto y tenía un mensaje que decía "el ojo del amo engorda el caballo".
Esta moraleja es verídica, dice el consultor, la realidad de todo esto es que el empresario tenía años que se dedicaba a la política y dejó de lado el negocio.