Los restos óseos eran de su papá, que estaba perdido desde hacía dos meses

Un hombre encontró los restos óseos de su padre al buscar trozos de madera en el cerro conocido como Cojón del Toro, del ejido Ocuila, municipio de Cuencamé, Durango. Según la necropsia, el occiso falleció ahorcado.

Por la ropa

La osamenta fue encontrada por Agapito Galván, de 35 años, a las 11:00 de la mañana del miércoles. Galván, quien dijo tener su domicilio en la calle Guadalupe Victoria, de la colonia Los Pirules, de Cuencamé, narró a las autoridades que buscaba trozos de madera cuando vio la osamenta. Al acercarse se percató que en el lugar estaba la vestimenta y el calzado que usó su padre la última vez que lo vio con vida, siendo éstos una camisa de vestir blanca de manga corta y unos huaraches de llanta.

Estaba desaparecido

El occiso respondía en vida al nombre de Jesús Eleuterio Galván Hernández, tenía 60 años y desde hacía dos meses había desaparecido. Según familiares del occiso, la última vez que fue visto salió a buscar unas vacas que se le habían perdido y desde ese entonces no regresó. La desaparición no fue reportada a las autoridades. Familiares dijeron que tuvieron miedo de hacer el reporte por los hechos violentos que se han registrado. Sin embargo, destacaron que por su cuenta lo buscaron varias veces.

Galván Hernández se dedicaba a cuidar una casa y los terrenos de ésta, así como a tres vacas que eran de su propiedad. Precisamente el lugar en el que fue encontrado, era su área de trabajo.

Lo estrangularon

La osamenta fue trasladada al anfiteatro de la Subprocuraduría de Justicia Región Laguna de Durango, para la realización de la necropsia de Ley. Los restos óseos presentaron fractura en las cervicales, por lo que se determinó que la causa de la muerte fue por estrangulamiento.

Sorprende

Familiares se dijeron sorprendidos por los resultados, pues dijeron que el sexagenario era una persona tranquila y hasta donde sabían no tenía enemigos.

La mañana de ayer los familiares acudieron a las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia, ubicada en Lerdo, para hacer los trámites correspondientes al traslado del fallecido a su ciudad natal, Cuencamé. Sin embargo, la espera se vio prolongada debido a que algunos papeles tenían errores. El problema se solucionó antes del mediodía, por lo que los restos llegaron a Cuencamé por la tarde.

 SE TOPA

Con una osamenta