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Los Retos de Torreón: Infraestructura

Equilibrio. A la ciudad de Torreón le hacen falta más áreas verdes.

Equilibrio. A la ciudad de Torreón le hacen falta más áreas verdes.

RAÚL URTEAGA

Última entrega del ensayo sobre los desafíos para Torreón en los próximos años.

Dos ejemplos del despegue económico basado en inversiones masivas en infraestructura son, en Asia, países como China, Corea del Sur, Singapur y Japón; y en México, el caso de Saltillo.

En Asia, el desarrollo económico de la mayoría de las naciones se da a partir de las grandes inversiones en sistemas de transporte como carreteras, aeropuertos, sistemas de ferrocarril, además de proyectos energéticos y grandes obras como presas y sistemas hidroeléctricos.

En Saltillo, a partir de la década de los ochenta, las inversiones en vialidades, parques industriales y proyectos sociales y culturales, como los museos, se quintuplican. Esta fue la base del despegue económico de Saltillo que siguió a las inversiones privadas en nuevas áreas industriales y desarrollos habitacionales y comerciales.

Aunado a esto, las políticas de apoyo de sucesivos gobiernos estatales permitieron la ampliación y expansión de las principales carreteras que convergen a la ciudad, convirtiéndola en uno de los ejes de comunicación terrestre más importantes del norte de México.

En Torreón, las nuevas autoridades municipales tienen un gran reto en materia de infraestructura. Primero, se tiene que reactivar el plan de ordenamiento urbano y actualizarlo a las necesidades y crecimiento no sólo de Torreón sino de los municipios circunvecinos de Gómez Palacio, Lerdo y Matamoros. Deberá constituirse a la mayor brevedad el Instituto de Planeación que ya existe jurídicamente.

Los rezagos en infraestructura han detenido el desarrollo de Torreón y es una de las causas de la sequía de inversión extranjera en los últimos años.

En el centro de la ciudad es necesario un ambicioso proyecto que elimine a los ambulantes, se instale el drenaje pluvial del que ahora se carece y se implemente un programa de rescate de edificios y fachadas y de embellecimiento de la Plaza de Armas y su entorno, para devolver a ese paseo su esplendor y señoría de antaño.

Para dar nueva vida al Centro, se deberá implementar una política de uso mixto de los espacios, donde el comercio, la vivienda y los espacios culturales y recreativos tengan interacción. Turistas y residentes locales volverán a utilizar y disfrutar dichos espacios si en el entorno hay seguridad, orden, limpieza y uso mixto de los inmuebles.

Uno de los íconos del Centro debe ser el Canal La Perla, restaurado y seguro para los visitantes. Junto con éste, los teatros Nazas e Isauro Martínez y museos como el Arocena y del Algodón serán las anclas que favorecerán el desarrollo del Centro.

La reestructuración del transporte público, que inició en la administración que termina, deberá continuarse, pero con modificaciones sustanciales que lo conviertan en un verdadero servicio a los ciudadanos. Asuntos como la tarifa, las tarjetas de pre-pago, las condiciones de las unidades, las emisiones contaminantes, los choferes y su trato, y la planeación de las rutas son temas aún por resolver.

El Fondo Metropolitano contempla un sistema de “metrobús”. Esto es positivo, pero las autoridades municipales deberían ser más ambiciosas y pensar en un sistema electrificado de vagones de superficie que cubra rutas lineales, por ejemplo de Matamoros al Centro de Torreón, utilizando los derechos de vía del ferrocarril actualmente en desuso. Esta opción es viable económicamente y podría licitarse a particulares su construcción y operación. Este tipo de sistemas se contempla para algunas ciudades en México de tamaño similar al de Torreón y su área metropolitana, como son Veracruz, León y Cd. Juárez.

Los proyectos del Fondo Metropolitano deberán contemplar precisamente la característica metropolitana de la región y planear y ejecutar los proyectos pensando en el largo plazo, especialmente las vialidades. Cuando menos dos nuevos periféricos deben concretarse en los próximos cuatro años, porque habrá más flujo vehicular a la región cuando se concluya la supercarretera Durango-Mazatlán.

El proyecto del Gobierno del Estado para construir un gran parque en las márgenes del río Nazas es digno de todos los apoyos. Este parque lineal de 5 kilómetros dará una nueva identidad a la región y será un espacio verde y ecológico de primer orden. No sólo cumplirá una función recreativa, sino que será el mejor ejemplo de que los habitantes de la región tienen conciencia ecológica y será un símbolo de unidad e identidad.

Sería altamente deseable que el Gobierno de Durango y el municipio de Gómez Palacio se sumaran con recursos y apoyos para hacer realidad este proyecto.

Torreón tiene un gran déficit de áreas verdes, la nueva Administración Municipal deberá ampliar esta cobertura verde de la ciudad creando cuando menos dos nuevos bosques con superficies superiores a las 30 hectáreas, y que cuenten con toda la infraestructura necesaria como andadores y ciclopistas, seguridad y alumbrado público, garantizada su irrigación y mantenimiento, así como estacionamientos.

Los parques de la ciudad, como Fundadores, Las Etnias o la Alameda, deben tener las inversiones necesarias para su regeneración, equipamiento, mantenimiento y embellecimiento.

Lo mismo correspondería a las decenas de plazas y espacios públicos que hasta hoy no son utilizados plenamente por falta de presupuesto para su reforestación, equipamiento y mantenimiento. Estos espacios son clave en los esfuerzos conjuntos de la ciudadanía y el Municipio para integrar a la sociedad y formar valores entre la juventud.

El tamaño poblacional superior al millón cien mil habitantes del área contigua que cubre la mancha urbana de las ciudades conurbadas (Torreón, GP, Lerdo y Matamoros) orillan a una cada vez mejor coordinación de sus autoridades y de los gobiernos estatales para garantizar el desarrollo urbano equilibrado y su ordenada planeación a futuro.

Todo esto deberá resultar en un mejoramiento sustancial de la calidad de vida, en una ciudad y región más arboladas y comprometidas con la ecología, más seguras, y con las políticas de fomento que propicien nuevas inversiones y el suficiente dinamismo para generar empleos y riqueza económica.

*El autor es especialista en temas de desarrollo económico y dirige la oficina del Acuerdo de Asociación Económica México-Japón en Tokyo.

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Escrito en: retos de torreon

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