Inconformes. Los sindicalizados caminaron desde la Alameda Zaragoza hasta el Teatro Nazas para manifestar su rechazo a la actual Administración Municipal.
Trabajadores sindicalizados le cantan a José Ángel en su Cuarto Informe. Lo que se esperaba como una ruidosa y violenta manifestación de parte de los 650 trabajadores del sindicato mayoritario al servicio del Ayuntamiento y que originó el despliegue de un fuerte operativo de vigilancia policiaca en los alrededores del Teatro Nazas que incluyó vallas metálicas así como personal de Protección Civil y Bomberos, terminó en música, baile y... chunga.
Los empleados municipales se cooperaron para llevarle mariachi al alcalde y brindarle una serenata de despedida por el término de su gestión y por haber permitido la sindicalización de más de 100 trabajadores de confianza. Al unísono, le cantaron un variado repertorio musical con canciones despectivas. El Columpio, El Carrito, Amarga Navidad y Las Golondrinas fueron algunas, además bailaron al son de "Sacaremos ese buey de la barranca". Fingieron llorar al término de la serenata agitando los tapabocas, con los que llegaron al informe, a manera de pañuelos.
En lo que fue una falta colectiva, marcharon desde la Alameda Zaragoza, se taparon la boca y empuñaron pancartas con cuestionamientos al alcalde por la sindicalización masiva de funcionarios municipales y sus familiares.
Caminaron por la avenida Matamoros luego, por la Blanco hasta la Juárez y llegaron a la Morelos. Sin escandalizar, en los tapabocas le preguntaban al presidente si él también se sindicalizaría. Luis Carlos Fournier, secretario general del sindicato, y los delegados, explicaron el motivo de su estrategia.
"Supimos que cercarían el teatro y decidimos hacer una manifestación tranquila. Pero estamos contentos porque el alcalde ya se va". Luego, quemaron una camisa de los uniformes con que trabajan. Simbolizaron así su rechazo a la Administración Municipal, y dicen, la manera en que quedó.
Los policías se mantuvieron a la expectativa. Aunque impidieron la entrada, ningun manifestante pretendió evadir la vigilancia. Afuera hubo música y adentro, el informe no empezó a tiempo.
