Elementos del Policía Federal Preventiva (PFP) mantienen el control del Centro de Readaptación Social (Cereso) Número Dos de esta ciudad, luego del motín de internos que dejó dos lesionados con arma blanca.
De acuerdo con los reportes de las autoridades, en los primeros minutos de este jueves y a bordo de ocho camiones de pasajeros, cerca de 400 efectivos de la PFP llegaron al Cereso y tomaron el control del mismo, y restringieron el acceso a familiares en día de visita.
La llegada de los agentes se hizo para reforzar a los cien efectivos que desde anoche controlaron la situación en el interior del Cereso tras el amotinamiento de los internos.
Estas acciones coincidieron con el día oficial de visitas familiares, sin embargo, desde las 8:00 horas y hasta después del mediodía, familias enteras permanecieron en filas afuera del centro penitenciario.
Tras una serie de altercados, empujones entre personas y policías, se acordó la entrada de pequeños grupos y de un miembro familiar por interno, mientras las condiciones no variaran.
A través de un comunicado, el director del Cereso Número Dos, Arturo Sánchez, señaló que 'por el momento las corporaciones resguardan el Cereso de Gómez Palacio, tanto al interior como en el exterior".
Indicó que las corporaciones de los tres niveles de gobierno como la Policía Federal Preventiva, la Dirección Estatal de Investigaciones y la Policía Municipal, así como el Ejército Mexicano, lograron restablecer el orden, luego de que se presentara un enfrentamiento entre internos.
Mencionó que los reos lesionados fueron identificados como Eliseo Torres Montes y Roberto Rocha Villalobos, el primero con delitos del fuero federal, quienes recibieron las atenciones médicas luego de que la reyerta fue controlada por las fuerzas federales.
Por la mañana, la Secretaría de Seguridad Pública estatal dio a conocer que antes de la riña se registró el presunto suicidio del interno Gustavo Rodarte Muñoz, quien se encontraba recluido por delitos del fuero común.
