Los rumores sobre el deslindamiento que el diseñador sostiene con su marca son cada vez más fuertes.
MÉXICO, D.F.-La identidad de este diseñador belga es un misterio. No existen registros fotográficos de su persona y hasta los editores más reconocidos de la industria desconocen su apariencia; sin embargo, el trabajo del modisto Martin Margiela es reconocido en todo el mundo gracias a su concepto vanguardista con toques de surrealismo.
La carrera del creativo, de 52 años, inició en 1984, cuando se convirtió en asistente del gran Jean Paul Gaultier.
Martin colaboró con el que fuera conocido entonces como "el niño terrible de la moda" hasta 1987, pero un año después decidió que debía seguir adelante y construir su propia firma.
Maison Martin Margiela es el epítome de la moda transformada en arte y durante más de dos décadas ha logrado desafiar los cánones del diseño y derribar la barrera de las tendencias; no obstante, la casa actualmente enfrenta una de las batallas más difíciles que puede combatir una firma internacional: la de decir adiós a su propio fundador.
Los rumores sobre su retiro se intensifican y la industria fashionista ya está buscando a su sucesor.
Entonces, la pregunta que muchos se plantean ¿es éste es el momento de despedir a uno de los grandes artistas de nuestra época? Todo parece indicar que sí.
LA DUDA A principios del verano, la famosa revista T Magazine publicó un artículo donde aseguraba que el diseñador abandonaba las riendas de la compañía debido al descontento que empezó a sentir por la dirección que el grupo Diesel -empresa que compró su maison en 2002- le había dado a la marca.
Al parecer, el originario de la ciudad de Leuven, en Bélgica, no comparte la misma estrategia de mercado que el consorcio italiano, aún cuando éste logró incrementar las ventas de la casa francesa en 10% a escala internacional y que incluso lograron que la firma expandiera sus horizontes con una línea de artículos exclusivos para el hogar que incluye lámparas, muebles y alfombras.
No obstante, Giovanni Pangetti, CEO de Maison Martin Margiela, desmintió la noticia. El ejecutivo declaró que "el director creativo sigue diseñando" y añadió que "Martin colabora en las decisiones claves de la compañía".
Además, el empresario manifestó lo siguiente: "Su filosofía se basa en aconsejar y no en diseñar cada producto. El equipo es más Margiela que él".
Sin duda, el gran secreto tras el éxito de la marca reside en la ropa misma. La firma se vale de una visión deconstruida y de elementos como el reciclaje y la transformación para crear prendas que provoquen una reacción definitiva en el mundo de la moda.
Martin no trabaja solo y su eterna lucha por no convertirse en un diseñador-celebridad lo ha conducido a desarrollar una ideología en conjunto.
Actualmente, la firma trabaja con un grupo de 16 diseñadores comandados por el maestro.
A su líder no le interesa la fama ni los reflectores, no da entrevistas y nunca se aparece en sus desfiles. ¿La razón? Quiere la atención para las prendas y para su equipo de profesionales, pero recientemente uno de sus miembros afirmó al rotativo The JC Reporter: "Él no ha estado con nosotros desde la temporada pasada".
MAL AUGURIO
Si Martin no ha participado en la elaboración de las últimas colecciones, entonces su ausencia explica, sin duda, las malas críticas que recibió la antología de otoño-invierno 2009.
La especialista de Style.com, Sarah Mower, señaló que la mejor forma de develar el secreto tras los rumores es observando el último desfile de la casa.
Mower dijo: "El diálogo con la excelencia, el desafío intelectual y el ingenio, tristemente, ya no están en Maison Martin Margiela", agregando que "su trabajo ha sido alabado y repudiado, pero nunca fue víctima de la indiferencia".
En efecto, la colección invernal parece más un recuento de las piezas emblemáticas de la casa que una muestra de ideas originales, sobre todo, viniendo de alguien que alguna vez decidió cubrir el rostro de las modelos para que nada pudiera opacar sus diseños.
Se mostraron chaquetas con cuellos enormes que simulan capuchas, bodysuits en tonalidades nude y hombreras destacadas -ahora muy de moda, pero propuestas por el modisto desde hace un par de años-, en resumen, la prestigiosa firma no presentó nada nuevo.
El futuro luce incierto para la legendaria marca de ropa, ahora que parece perder la perspectiva del genio que se alejó del lujo convencional para dar paso a lo excéntrico y revolucionario.
Motivo y tema central de varias exposiciones artísticas en los mejores recintos como el Musée de la Mode et du Textile (París), el Metropolitan Museum of Art (Nueva York), The Victoria and Albert Museum (Londres) y el Kyoto Costume Institute (Japón).
EL CANDIDATO NO OFICIAL Se dice que Haider Ackermann, compatriota de Margiela, será la persona que tome el mando de la firma; sin embargo, el diseñador favorito de la actriz Tilda Swinton dijo a T Magazine que: "Cuando conoces a la persona que has admirado durante tantos años, ¿cómo podrías reemplazarlo? A veces es mejor nunca conocer a tus héroes".
El trabajo de este modisto ha sido bien recibido por la crítica y comulga con la propuesta de su ídolo. Ackermann es dueño de un estilo propio que combina detalles vanguardistas con prendas sencillas y fáciles de utilizar. "Me encantaría compartir otra estética, pero tendría que ser la firma y el momento perfectos. Tengo mi propio repertorio y el código de una casa distinta podría ayudarme a expandirlo", señaló.
¿UNA BROMA?
La revista Hint reportó que el supuesto retiro del genial Martin Margiela puede ser una simple burla que el modisto, quien diseñó para Hermés en 1997, quiere jugar a sus fanáticos.
Dicha publicación señala que un hombre capaz de hacer un abrigo de pelucas rubias, sin duda, posee un gran sentido del humor, por lo que no sería de sorprender que hubiera decidido divertirse con la opinión pública.
Mientras se aclara el misterio, lo cierto es que la industria de la moda está enfrentando una sequía creativa que empuja a las marcas hacia un abismo donde la única forma de salvarse es reduciendo la calidad e incrementando las ganancias. Una buena razón para que una mente como la de Margiela se sienta decepcionada y sin ganas de continuar.
