Unos bocados de fruta, unos cuantos granos o una barrita nutritiva dan energía para cumplir las tareas diarias, sin quitar el hambre para las comidas principales
Unos bocados de fruta, unos cuantos granos o una barrita nutritiva dan energía para cumplir las tareas diarias, sin quitar el hambre para las comidas principales
Si de comer sabroso se trata, los mexicanos se pintan solos, pero en ocasiones dejan de lado ciertos alimentos que pueden ser complementarios y dar como resultado una dieta saludable, no precisamente para adelgazar sino para estar sanos y en forma. Los expertos en buena nutrición nos dicen que en las comidas hay que incluir diversos alimentos y el clásico tente en pie, hoy llamado refrigerio.
Una comida sana y balanceada es clave para mantener los niveles de bienestar, para lo cual también hay que tener en cuenta no pasar muchas horas sin alimentarse. Los platos sabrosos y nutritivos no pueden ser dejados de lado, sobre todo en el desayuno un tiempo de comer que nadie se debe saltar, lo mismo que la comida y la cena ligera, pero es bueno pensar en algo para más que entretener el hambre, cuidar al organismo.
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Especialistas de Nutrilite nos recomiendan cinco pasos básicos para lograr una comida buena, sabrosa y nutritiva:
Come a tus horas: Además de que ayudas a tu estómago a estar sano, si te saltas las comidas y permaneces muchas horas sin comer, seguramente acabarás compensando tu hambre comiendo más de lo que necesitas. Además de que tu organismo se descompensa y absorbe más carbohidratos para mantener una defensa por la falta de alimento. Dos o tres colaciones durante el día, entre las comidas principales, son buena opción.
Planea y administra tus snacks (refrigerios): Ten en tu alacena o el refrigerador variedad de refrigerios saludables, pueden ir desde fruta o verdura picada o simplemente tener barritas de cereales con fruta. En el caso de barras saludables, intenta con las que además aportan proteínas, vitaminas o minerales. Las barritas de cereal pueden ser la manera más práctica para mantener una dieta balanceada, elige las marcas que tengan un menor aporte calórico, esto es menos de 80 calorías.
Administra tus lonches: Distribúyelos durante el día, trata de llevar un horario de comidas principales sin dejar pasar más de cinco horas entre cada comida principal, divide las horas entre ellas para saber cuándo necesitas un refrigerio, no precisamente porque tengas hambre o antojo, sino porque de esta forma jamás pasarás hambre y la energía rendirá por más tiempo, así como la sensación de hambre. Es importante considerar que ningún snack es sustituto de tus comidas.
Asegura la nutrición y variedad de tus refrigerios: Si bien ninguna colación es sustituto de comida, debes procurar que cada una de las elecciones que tomaste aporte fibra, vitaminas, minerales y pocas calorías; así también, para que tu alimentación sea rica y te mantengas motivado, escoge diferentes opciones de refrigerios, por ejemplo: barras de diferentes sabores, fruta por la mañana y verduras por la tarde.
Toma líquidos: Tomar agua a lo largo del día te ayuda a mejorar la digestión, por ello la cantidad recomendable son dos litros de agua. Esto te ayudará, junto con tus refrigerios, a no pasar periodos con hambre, y así comer menos en tus horarios principales.
