El Foro Económico Mundial (FEM) en su último reporte sobre competitividad 2008-2009 el cual incluye 130 naciones, coloca a México en la posición 59, una baja de siete posiciones con respecto a la tabla de reporte previo 2007-2008 en donde México estaba en el lugar 52. La competitividad se define como el conjunto de instituciones, de políticas y de factores que determinan el nivel de productividad de un país y su capacidad para competir con otros países, tomando en cuenta la microeconomía y la macroeconomía. Este índice refleja el alcance posible de un país para poder elevar los niveles de prosperidad de sus ciudadanos.
Los índices de competitividad reportados por el FEM se basan en extensos sondeos globales de ejecutivos de empresas, quienes proporcionan sus opiniones expertas sobre cientos de aspectos del ambiente de negocios en los cuales ellos operan. Los datos proporcionados son una fuente invaluable para determinar el estado que guardan la economía y el ambiente de negocios de las naciones y como se compara cada una de ellas respecto a las demás.
El nivel de competitividad de México, tal como lo mide el FEM, está decreciendo. Una revista de negocios seleccionó 27 variables del FEM y comparó la posición relativa de México con lo que ellos consideraron el grupo de naciones más pertinentes entre las 130 investigadas. Las variables se dividieron en tres grupos identificándolas como Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo. El primer grupo refleja las variables en las que destaca nuestro país, el segundo grupo presenta las variables en las que México tiene áreas de oportunidad para mejorar y el tercero presenta los aspectos que son rotundamente intolerables en un país como el nuestro.
Lo Bueno incluye las siguientes nueve variables: el impacto de las reglas de los negocios en la inversión extranjera directa (bajó del 46 al 62), la fortaleza de la protección a los inversionistas (bajó del 25 al 26), amplitud de la cadena de valor (bajó del 46 al 59), tamaño del mercado doméstico (se sostuvo en el lugar 12), Inversión extranjera y transferencia de tecnología (bajó del 41 al 60), salarios y productividad (bajó del 44 al 70), predominio de propiedad extranjera (subió del 32 al 25), calidad de las escuelas de negocios (bajó del 49 al 53) y restricción en flujos de capital (bajó del 31 al 45). Lo anterior muestra claramente que nuestro país no ha sido capaz de mantenerse en posiciones relevantes en estos índices y que países como India, China, Brasil y Chile, han hecho bien su tarea, lo que los ha colocado en mejores posiciones que México. En los 18 índices restantes de la comparación, México ha descendido en 16 de ellos y en el índice de costo de despidos subió del lugar 95 al 81 y en favoritismo en las decisiones de funcionarios de Gobierno se mantuvo en el nada honroso lugar 90.
El Foro Económico Mundial ha hecho recomendaciones a México para mejorar su competitividad, en el documento “Bases para la competitividad de México” se establece que, sin demeritar el buen papel de México en la macroeconomía y los logros en comercio internacional, el país no muestra el mismo dinamismo, en términos de tasas de crecimiento como lo hacen otros mercados emergentes como China y la India. Las tasas de crecimiento anual de México han oscilado en el 2.8% del año 2002 al 2006 comparadas con el 10.1% y 7.8% de China e India respectivamente. La economía mexicana muestra particular vulnerabilidad a crisis externas por su alta dependencia de los ciclos de negocios de los EE.UU. Y por su dependencia de los ingresos del petróleo para financiar su sector público.
El reporte afirma que las instituciones públicas mexicanas tienen un largo camino por recorrer en busca de la mejora. La debilidad institucional ha socavado la capacidad de México para aprovechar su economía liberalizada en los últimos diez años. Los grupos influyentes han secuestrado al sistema político y se han quedado con la mayor parte de la riqueza. Las recomendaciones indican que México debe implementar programas para atacar la debilidad de los estándares de ética en el sector público la cual se refleja en la poca confianza en los políticos y en la percepción de la gente acerca del favoritismo con que se toman las decisiones a nivel de gobiernos federal y estatales.
El reporte puntualiza los niveles de inseguridad que tiene México lo que ha colocado al país en el lugar 118. Los factores que contribuyen a la inseguridad son: el crimen organizado, la violencia y la baja confianza en las fuerzas policiacas. El FEM recomienda una reforma de fondo en el sistema judicial para restaurar la confianza de los ciudadanos. Se deben hacer esfuerzos que logren reducir el tiempo requerido para resolver los juicios y la creación de una fuerza policiaca de carrera; atraer y retener el talento del personal calificado, hacer más énfasis en el respeto de los derechos humanos y mejorar notablemente los sistemas penitenciarios.
En lo que respecta a infraestructura, el reporte indica que el país tiene una pobre participación privada en los últimos diez años, 0.8% del PIB comparada con el promedio latinoamericano de 1.8% y una falta de agilidad en el Gobierno para facilitar la inversión privada en infraestructura en términos de legislación para favorecer la asociación pública-privada.
En lo que respecta a la parte de impuestos, el reporte señala que la reforma fiscal del año 2007 es un paso hacia delante. pero necesita complementarse con esfuerzos para mejorar la captación de impuestos y engrandecer la extremadamente estrecha banda de causantes mediante la integración de muchos negocios informales. La eliminación de la carga de muchos subsidios a productos agrícolas, forestales y farmacéuticos y el ataque a los evasores.
En cuanto a educación, el reporte señala que el poderío del sindicato de maestros SNTE, el sindicato más grande de Latinoamérica, ha sido en gran parte responsable del bloqueo a las reformas que aumentarían la calidad además de hacerla accesible para todos. Los pobres resultados en el desempeño de los maestros y en el resultado de las evaluaciones, están asociados al SNTE. Urgen acciones para despolitizar el sistema educativo nacional y para tener más flexibilidad en el desarrollo de capacidades y habilidades de los maestros así como en la contratación y capacitación de los maestros con esquema e incentivos ligados a los resultados de los estudiantes.
El reporte indica que para hacer que el sistema educativo sea más acorde a las necesidades de una economía enfocada a la eficiencia, se deben adoptar los estándares de aprendizaje de la OCDE , lo cual debe incluir cambios en la estructura curricular para enfocarla a los rápidos cambios mundiales tales como la enseñanza de idiomas y las Tecnologías de la Información y se deben hacer esfuerzos sostenidos para lograr reclutar suficientes estudiantes en estas áreas.
Respecto al área laboral, el reporte recomienda tener un sistema laboral funcional para reducir la pobreza y fomentar la igualdad social. México esta catalogado como un país con muy baja eficiencia laboral, la más baja entre todos los pilares de la competitividad. Todavía están pendientes reformas estructurales necesarias para hacer el sistema laboral menos rígido y mas adecuado a las circunstancias actuales de los sistemas de producción. Estas reformas deben estar acompañadas de mejor educación y capacitación para tener personal con más habilidades, dispuesto siempre a aprender y a mejorar su desempeño. Se requiere también invertir en desarrollo de ciencia y tecnología y las empresas deben estar dispuestas a desarrollar el talento humano para la innovación y la creatividad.
Se han hecho algunas reformas importantes pero el camino esta lleno de oportunidades, este reporte está lleno de respuestas a la pregunta ¿Qué hacer para crecer?
Comarca Lagunera. Marzo, 2009.
Correo electrónico: jgonzalez2001@hotmail.com
