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El piloto Felipe Massa conversó ayer con miembros de su familia al tiempo que mostró una sustancial mejoría de las lesiones que sufrió hace dos días durante las clasificaciones para el Gran Premio de Hungría.
El jefe de cirujanos del hospital AEK, Lajos Zsiros, informó que el piloto brasileño ya respira por su cuenta y mueve las extremidades. Además, se le retiró la sonda de drenaje de la herida en el cráneo. Massa, de 28 años, está aturdido pero puede responder preguntas, dijo Zsiros y aseguró que pueden esperarse otras mejorías.
El jefe cirujano indicó que Massa no tenía fiebre y seguía en condición estable en el pabellón de atención intensiva en ese hospital militar, donde es acompañado de parientes, como su esposa Anna Rafaela. Un pedazo de la muelle de la suspensión trasera del monoplaza Brawn GP del también brasileño Rubens Barrichello golpeó en el casco de Massa cuando el piloto alcanzaba una velocidad de casi 195 kph (120 mph). El impacto le provocó una conmoción, y Massa chocó contra el muro de protección de neumáticos.
Massa, quien terminó segundo en el campeonato de pilotos de la F1 el año pasado, fue trasladado por aire al hospital y operado el sábado por la tarde. Llegó consciente al hospital. El impacto de la pieza de acero dañó el costado izquierdo del casco, arrancó el visor y dejó un tajo profundo. "Felipe está despierto. Está muy bien y todos están felices de su condición", dijo el médico de la familia de Massa, Dino Altman.