Querer ganarle el paso al tren ocasionó que se registrara un aparatoso accidente en el municipio rural de Lampazos donde el saldo fue de ocho personas muertas; cinco adultos y tres menores de edad.
Encuentro mortal
Autoridades municipales y de Protección Civil del estado informaron que, Hugo Calderón, de 26 años de edad, conducía una camioneta Grand Caravan 2002, con placas de Texas cuando atravesó las vías del tren sin percatarse de la colisión.
En el vehículo, que quedó totalmente destrozado, viajaban con él cuatro adultos y tres menores.
El accidente ocurrió en los límites de los estados de Coahuila y Nuevo León, en la estación Candela, municipio de Lampazos de Naranjo, Nuevo León, 200 kilómetros al norte de Monterrey.
Las víctimas fueron identificadas como Luis Ignacio Sánchez Medina, Fernando Elías Olivo, Juanita Sánchez de Olivo, Magdalena Olivo Sánchez y Hugo Calderón. De los tres menores no fue posible conocer su identidad.
Imposible detenerse
El Agente del Ministerio Público de Nuevo León, David Guzmán Segovia indicó que la camioneta fue arrastrada cerca de 70 metros y durante el trayecto los cuerpos de dos niños salieron expulsados de la camioneta quedando tendidos a un lado de las vías, aproximadamente a 8 metros de distancia.
Los cuerpos de las ocho víctimas fueron trasladados al municipio rural de Sabinas Hidalgo, Nuevo León, para que el Servicio Médico Forense realice la autopsia de ley.
Por la noche la compañía ferroviaria Kansas City, hizo llegar un comunicado donde lamentó los hechos y aseguró que su maquinista no había podido evitar la colisión.
Así mismo señalaron que la empresa estaba en disposición de apoyar a los afectados para cubrir los gastos hospitalarios o funerarios a pesar de que no hubo responsabilidad de su trabajador.
“El maquinista hizo todo lo posible por detenerse, pero es prácticamente imposible detener una máquina con tanta carga a esa distancia”, señalaron.