EL RASTRO. Los agentes ministeriales presumen que el presunto agresor entró por la puerta del patio y salió por la puerta principal, debido a las huellas de sangre.
Una mujer de edad avanzada, vecina de la colonia Torreón y Anexas, fue brutalmente golpeada en el rostro y cabeza hasta dejarla sin vida.
Triste noticia
Ayer alrededor de las 9:20 de la mañana, José López Carreón llegó a la vivienda ubicada en la avenida Gustavo A. Madero, donde vivía su hermana María del Refugio. Al acercarse a la puerta principal observó que estaba abierta, lo que le llamó la atención y entró.
Al pasar por una pequeña sala notó que las pertenencias de su hermana estaban en desorden, pero se desconcertó aún más porque su hermana no respondía a su llamado.
José siguió su camino hacia la recámara de María del Refugio, donde la encontró acostada en su cama con el rostro ensangrentado, por lo que de inmediato intentó comunicarse con sus familiares.
Piden auxilio
Cuando José iba a salir del domicilio de su hermana “Cuca”, como cariñosamente la llamaban, su otro hermano, Jesús, se acercaba a la casa, le explicó que ya sabía de los hechos y que había ido a avisarle a su familia, además de pedir al 066 una ambulancia.
Luego de hacer varias llamadas de auxilio al 066, los paramédicos de Cruz Roja y dos unidades de la Policía Municipal arribaron al lugar, la finca 1765 de la Gustavo A. Madero.
Los socorristas rápidamente brindaron los primeros auxilios a “Cuquita”, pero lamentablemente ya no presentaba signos vitales, por lo que no se pudo hacer nada, más que solicitar al Ministerio Público que acudiera a dar fe del deceso.
La investigación
Elementos de la Policía Ministerial en compañía del Ministerio Público arribaron al domicilio y hablaron con los familiares que encontraron a María del Refugio, de 81 años, sin vida.
Los familiares explicaron a los agentes que Jesús salió alrededor de las 8:00 de la mañana a dejar a su hija a la escuela, pasó hacer unas compras y regresó una hora después.
Al ver a su hermana ensangrentada sobre sobre su cama y su casa en desorden, salió a avisarle a su familia. Al regreso encontró desconcertado a su hermano José afuera del domicilio.
Los vecinos de “Cuquita” dijeron que no vieron nada extraño, sólo a varios jovenes de aspecto cholo que se juntan cerca de la casa, para luego refugiarse en la barda que divide de las vías del tren y la colonia donde ocurrió el homicidiode “Cuquita”.
