MANCHA. La sangre de Luis le inundó la garganta y quedó cuajada en el asiento.
El sonido de la música amortiguó el estruendo de la bala que acabó con la vida de Luis Alberto Salazar Hernández, de 28 años, quien estaba disfrutando un baile en el ejido Santa Eulalia, municipio de San Pedro de las Colonias.
En el rostro
Alguien se dio cuenta de que en el interior de un carro blanco, marca Pontiac, tipo Grand Am, de origen americano, se encontraba un muchacho lesionado. Creyendo que aún estaba con vida, solicitó los servicios de una ambulancia. Paramédicos de Cruz Roja de San Pedro acudieron al ejido, pero el joven murió al instante con el balazo.
Según las primeras investigaciones, se cree que Luis discutió con alguien desde el interior de su auto. El calibre de la bala es 30 M1, perteneciente a una carabina. Dicha bala le entró por la mandíbula izquierda, le salió por el lado derecho del cuello, para enseguida quedar incrustada en su brazo derecho. El joven era vecino del ejido Tacubaya.