Uno de los dos sujetos, conocido como “El Teniente”, fue asesinado y el otro sigue vivo.
Fichado. El occiso era integrante de la gavilla de “los pintos”, comandada por Ramón Gallardo Campitas, alias “el gato”, sus puntos de acción delictiva eran San Dimas, Durango y San Ignacio, Sinaloa
Un sujeto al que apodaban el “teniente”, quien formaba parte de la gavilla conocida como “los pintos” comandada por Ramón Gallardo Campista, alias “el gato”, y que se dedicaban tanto al tráfico de droga, asaltos y secuestros, fue asesinado de múltiples impactos de bala luego de que se enfrentó con otro grupos de delincuentes.
Norberto Nevárez Martínez, de 35 años, originario de San Ignacio, Sinaloa, fue asesinado por sujetos desconocidos y tras tomar conocimiento la Policía Ministerial de aquella entidad informó que el occiso tenía por lo menos cuatro órdenes de aprehensión en esa localidad y en Durango también las autoridades los buscaban por diversos delitos cometidos especialmente en el municipio de San Dimas.
Lo acribillaron. Según a información publicada en Sinaloa, Nolberto se enfrentó contra un grupo armado y en el tiroteo al parecer los gatilleros lo corretearon hacia San Jerónimo de Ajoya, donde lo alcanzaron y dieron unos 30 balazos. El cuerpo fue localizado por el Síndico de esa localidad sinaloense.
“Pasó corriendo el río, al parecer ya venía herido y lo remataron arriba, ya en el pueblo, le destrozaron la cara a balazos", añadió el personal de la Miniesterial consultado.
En ese lugar fueron localizados al menos 30 casquillos percutidos por “cuerno de chivo”, unos 20 de pistola calibre .38 súper, e igual cantidad de casquillos de .9 milímetros.
Lo tenían en la mira. Este sujeto era señalado como uno de los integrantes de la gavilla que tiene asolada la región de San Dimas y que de acuerdo a reportes de los agentes operaba en poblaciones como Huachimetas de arriba y de abajo, Santa Gertrudis, Santa María, La Campana, Las Azoteas, El Verano, Los Osos de arriba y de abajo, y El Maguey, entre otros puntos de la sierra duranguense.
El “teniente” también era buscado por participar en la matanza del 10 de Mayo del 2002, en una población ubicada en los límites de Sinaloa y Durango, en donde asesinaron a 12 personas, entre ellos dos policías, mujeres y menores de edad.
Asimismo las autoridades de Sinaloa lo tenían señalado como responsable de secuestros, homicidios y asaltos, mientras que en Durango era buscado por la Procuraduría también por homicidio calificado, tentativa de homicidios contra servidores públicos y asociación delictuosa.
“Modus operandi” de las gavillas
Tanto las autoridades de Sinaloa como las de Durango tienen en la mira a las gavillas que operan en ambas entidades pues desde la década pasada estos gatilleros se dedicaban a los asaltos, secuestros y al robo de cargamentos de marihuana a otros grupos que no son tan poderosos y que cultivan la hierba en los límites de San Ignacio y San Dimas.
Los gavilleros encontraron en Durango un lugar idóneo para esconderse después de que eran perseguidos por la Policía Ministerial de Sinaloa y por el Ejército Mexicano tras la comisión de delitos graves en la vecina entidad.
Por la dificultad para acceder a la sierra por parte de las autoridades los sicarios usaban cuevas y chozas difíciles de ubicar y cuando eran perseguidos por la Policía de Durango se pasaban a Sinaloa y allá se resguardaban.
Los operativos conjuntos entre los agentes de las dos entidades nunca fueron funcionales, pues aunque se mencionaba por parte de los altos mandos de la Procuraduría de Durango que harían recorridos por la zona de San Dimas en coordinación con la Procuraduría de Sinaloa y con el Ejército nunca juntaron un número importante de policías que lograran atacar a los gavilleros.
Tanto el Jesús Gutiérrez Vargas, quien fuera procurador estatal el año pasado, como Sergio Hernández Camacho, comandante regional de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) en Pueblo Nuevo, en su momento comentaron que se coordinarían con las autoridades de Sinaloa y con los soldados para “pegarles” a las gavillas pero nunca se realizó tal operativo.
Pero hay otro que sigue vivo… y muy vivo
A raíz del decesos de Nolberto Nevárez, alias el “teniente”, agentes de la Procuraduría de Durango informaron que hay otra persona que también es apodada el “teniente” y que al igual que el occiso pertenece a la gavilla que comanda “el gato” y que también es señalado por la presunta participación en secuestros y homicidios en San Dimas.
El otro “teniente” se llama Delfino Torres de la Cruz, quien fue detenido en septiembre del 2004 por el presunto secuestro del comisariado ejidal de El Maguey, municipio de San Dimas y de otros comerciantes, además por el supuesto asesinato en agravio de Reginaldo Meraz Alvarado, en Huachimetas de abajo, sin embargo, luego de que la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO), a cargo, en ese entonces, del recién ejecutado comandante Artea, lo entregara al Juez, éste no le pudo comprobar los delitos imputados y lo dejó libre.
Y a más de cuatro años de su liberación el “teniente” ha sido señalado en innumerables ocasiones por los vecinos de San Dimas como presunto responsable del secuestro de varias personas pero hasta la fecha no han podido aprehenderlo.