Violencia. Iraquíes observan el hueco provocado por la explosión de un artefacto en un colegio masculino de Bagdad.
Dos bombas sincronizadas y controladas a distancia estallaron en un mercado popular entre mujeres de la ciudad paquistaní oriental de Lahore, iniciando un incendio masivo y matando a por lo menos 34 personas, dijeron las autoridades.
Aproximadamente 100 personas resultaron heridas por las bombas en Lahore, que al parecer fueron activadas para que coincidiera con el momento más activo del Mercado de la Luna, que vende ropa y zapatos y que es especialmente popular entre las mujeres y sus hijos.
Las explosiones ocurrieron con una diferencia de unos 30 segundos, iniciaron un incendio que arrasó con varios negocios del mercado. Decenas de automóviles y tiendas quedaron en llamas al caer la noche.
Muchos de los muertos en el ataque eran mujeres y sus hijos. Un niño de dos años estaba entre los fallecidos, dijo un policía.
El máximo representante del Gobierno de Punjab, Khusro Pervaiz, dijo que 34 personas murieron y que 109 resultaron heridas.
"Temo que el saldo de muertos pueda subir", agregó Pervaiz.
DEJA ATAQUE SUICIDA 10 MUERTOS EN PESHAWAR En otro ataque, un atacante suicida mató a 10 personas ayer fuera de un palacio de justicia en la ciudad noroccidental de Peshawar.
El atentado fue parte de una ola de ataques de los milicianos mientras el Ejército de Pakistán arrecia una ofensiva contra un bastión del Talibán en la zona, cercana a la frontera con Afganistán.
Los milicianos islamistas han realizado varios ataques sangrientos con explosivos en Pakistán en meses recientes.
La mayoría de los ataques se ha dirigido a las fuerzas de seguridad, aunque algunos se han enfocado en espacios públicos como mercados, al parecer con el fin de causar terror y presionar al Gobierno para que suspenda su ofensiva. Más de 400 personas han muerto, incluyendo más de 100 en un mercado de Peshawar en octubre.
MUEREN 8 EN BAGDAD; 6 ERAN NIÑOS
Por lo menos ocho personas, entre ellas seis niños, murieron ayer tras una explosión frente una escuela en un distrito shii de Bagdad, informaron las autoridades, en momentos en que el Gobierno iraquí se plantea posponer las elecciones nacionales hasta febrero o después.
Los niños que murieron tenían entre seis y 12 años. Otras 41 personas resultaron heridas, dijeron funcionarios del ministerio del Interior. Veinticinco niños se encuentran entre los heridos, dijeron dos empleados de hospital.
La explosión ocurrió en el distrito shii de Ciudad Sadr, donde los ataques son escasos debido a las fuertes medidas de seguridad de las fuerzas estadounidenses e iraquíes, además de los propios guardias del barrio.
La Policía y testigos ofrecieron información contradictoria sobre si la explosión fue debido a una bomba, un cohete o un alijo de armas explosivas.
La explosión derribó de forma parcial un muro de ladrillos frente a la escuela, dejando un cráter que se llenó rápidamente de agua y barro, supuestamente debido a una tubería de agua rota.
Las ventanas estaban rotas dentro de por lo menos un aula, cuyas mesas estaban cubiertas de trozos de vidrio. Las manchas de sangre podían verse sobre los libros y estanterías.
Se calcula que 2.5 millones de shiies viven en Ciudad Sadr, un enclave para el clérigo antiestadounidense Muqtada al-Sadr.
En 2008, milicianos shiies dispararon contra la zona verde durante el último ataque importante en la ciudad. La orden de Al-Sadr a sus milicianos para que cesen el fuego ha sido citada por el Ejército estadounidense como un factor clave para el descenso de violencia en todo el país.
