Explosión. Vista general del lugar donde se produjo un ataque con bomba en Karachi, Pakistán.
La festividad shii de Ashura se vio empañada en Pakistán por un atentado suicida contra una procesión religiosa en la ciudad sureña de Karachi, que acabó con la vida de 30 personas y dejó heridas a otras 63, según una fuente oficial.
La explosión tuvo lugar en la parte delantera de una procesión que conmemoraba en Karachi la festividad de Ashura, la más sagrada del calendario islámico shii.
El ministro de Salud de Sindh -cuya capital es Karachi-, Sagheer Ahmed, aseguró que 30 personas perdieron la vida y 63 sufrieron heridas y fueron trasladadas a hospitales de la ciudad.
De acuerdo con los medios paquistaníes, después del ataque se registraron estampidas, hombres armados efectuaron disparos y varios grupos de personas incendiaron decenas de vehículos y medio centenar de establecimientos, además de apedrear a la Policía.
La procesión shii -corriente del Islam minoritaria en Pakistán- transitaba por la avenida Jinnah de Karachi en el momento de la explosión.
El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari y el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenaron el atentado y llamaron a la población a mantener la calma.
Una portavoz de la provincia de Sindh aseguró que unos 100,000 policías y 5,000 agentes de un cuerpo especial de las fuerzas de seguridad se hallan desplegados en la urbe meridional.
El "nazim" o máxima autoridad civil de Karachi, Mustafá Kamal, dijo que el ataque no iba dirigido a una confesión religiosa concreta sino a todo Pakistán.
Desde anoche tienen lugar largas procesiones shiies en las principales ciudades de Pakistán, donde se han intensificado las medidas de seguridad ante el temor de que se registren episodios de violencia confesional.
