Las madres regiomontanas, en este inicio de año, han sido victimadas por integrantes de su familia al ser asesinadas a golpes, estrangulamiento y hasta calcinadas en Nuevo León.
Crió ‘cuervos’
El caso de María Adela Herrera Hernández, de 44 años, quien fuera asesinada por su propia hija identificada sólo como Karla, de 16 años; ésta argumentó ante la Agencia del MP, malos tratos por quien le dio la vida.
La investigación realizada por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) se estableció que el pasado viernes, Karla privó de la vida a su madre al golpearla con un palote (para hacer tortillas) y la estranguló con un listón.
La menor de edad, será sometida a un juicio oral por la muerte de su madre y de acuerdo a las leyes de justicia para adolescentes, alcanzaría un castigo de ocho años de internamiento en uno de los centros juveniles en la entidad.
Una más
Otra mujer fue asesinada a golpes, al ser encontrada envuelta en una cobija en un terreno baldío en el Barrio Chapultepec, en Ciudad Solidaridad, al norte de esta entidad, y hasta el momento no había sido identificada.
La persona de unos 45 años, vestía pantalón color café, blusa negra de tirantes, tenía el cabello teñido de color castaño oscuro y al parecer sólo traía calcetas blancas, quedando como N.N (no nombre para la autoridad estatal).
En otro hecho de violencia intrafamiliar, Néstor Jesús Ovando Quevedo, de 26 años, quien confesó que asesinó, encobijó y prendió fuego a su esposa presuntamente porque le era infiel. Con esto suman tres crímenes contra mujeres en Nuevo León.