Descanse en paz. Para la comunidad de Santo Niño Aguanaval la tarde de ayer fue muy triste. En la imagen se observa la humilde tumba del pequeño Alan Alexis, muerto en el enfrentamiento del martes por la tarde.
Consternado, don Cipriano habla de su difunto nieto Alan, que tenía apenas 4 años.
"Me arrancaron la mitad de mi vida", dijo con los ojos llorosos y con la voz entrecortada, Cipriano Martínez, abuelo materno del niño Alan Alexis, quien falleció tras ser baleado en el enfrentamiento ocurrido el martes en la carretera a Mieleras.
ERA 'MI HIJO'
Amigos, parientes y vecinos de Santo Niño Aguanaval, acudieron a la humilde casa de la familia Martínez Puentes para brindarles el apoyo en un día tan triste, por la pérdida de Alan Alexis, de 4 años de edad. Él era el cuarto integrante de una familia de 6, el papá, Alan Gerardo Martínez, la madre, Ana Griselda Martínez Puentes, América, de 8 años, Alan (hoy occiso), Dania, de 3, y "La Peque", de meses de edad.
En Santo Niño Aguanaval, El Siglo de Torreón fue recibido amablemente por el abuelo de Alan, Cipriano Martínez, quien con un nudo en la garganta contó las más gratas experiencias que pasó al lado de su pequeño. "A mi hijo le gustaba ir conmigo a trabajar al campo. Arreaba a las cabras junto conmigo y así se ganaba cada sábado sus 10 pesos, con los que inmediatamente se iba a jugar a las maquinitas. No podía ir al jardín de niños porque no había dinero, pero era muy listo, yo le veía mucho futuro, era inteligente", dijo don Cipriano, a quien le rodaban las lágrimas por las mejillas.
EL ÚLTIMO ADIÓS
El primer y único nieto varón de don Cipriano fue despedido con la ayuda de todos los vecinos de la comunidad de Santo Niño Aguanaval. "No hubiera podido solo, mi yerno no gana lo suficiente, pero gracias a Dios se cuenta con amigos generosos. Somos gente pobre que vive en el campo", comentó el abuelo.
"No culpo a nadie, así podrán meter a la cárcel al hombre que baleó a 'mi hijo', y no me lo devolverán. Más me gustaría que las personas que iniciaron ese enfrentamiento estuvieran en el sepelio de 'mi hijo' y vieran que no pertenecía a ninguna organización, él era inocente", dijo don Cipriano Martínez.
Después de recibir la bendición de Ana Griselda, su madre, quien tiene una herida en la pierna izquierda, Alan Alexis fue trasladado al panteón, a dos kilómetros y medio del ejido, donde en una tumba humilde, que se ubica a la orilla, quedaron sepultados sus restos.
Ahí su padre, Alan Gerardo, sus abuelos paternos y maternos rompieron en llanto, al dar el último adiós a su pequeño.
Los familiares solicitaron el apoyo del alcalde de Torreón, José Ángel Pérez, ya que no saben cómo se cubrirá la atención médica de Ana Griselda.
