Un médico que denunció la tortura de manifestantes presos en Irán murió envenenado por una sobredosis de un medicamento para la hipertensión en su ensalada, dijo la fiscalía, alimentando los temores de la oposición de que lo mataron debido a sus conocimientos sobre el abuso.
Los investigadores siguen tratando de determinar si se trató de suicidio o asesinato, dijo el fiscal público de Teherán, Abbas Dowlatabadi, según la agencia noticiosa estatal IRNA.
El médico de 26 años, Ramin Pourandarjani, murió en circunstancias misteriosas. Las autoridades habían dicho inicialmente que fue un accidente automovilístico, un ataque cardíaco o un suicidio.
Pourandarjani era médico en Kahrizak, una prisión en las afueras de Teherán, donde cientos de manifestantes de la oposición fueron encerrados después de ser arrestados en la represión que sucedió a las disputadas elecciones presidenciales. La prisión cobró tanta mala fama que el líder supremo iraní ordenó su cierre cuando las denuncias de abusos y torturas resultaron embarazosas para los gobernantes clérigos y las fuerzas de seguridad.
Pourandarjani declaró ante un comité parlamentario y al parecer le dijo que un joven manifestante que él trató murió a causa de intensas torturas.
El joven médico murió de una sobredosis de propranolol en una ensalada que le entregaron a domicilio, dijo Dowlatabadi el martes. El propranolol se usa para tratar la hipertensión, pulso cardíaco acelerado y temblores, pero puede ser fatal en dosis elevadas.