Susana Sottoli, representante en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), advirtió que durante las crisis económicas los niños y adolescentes se suman a la fuerza laboral con lo que disminuyen sus horas de estudio para compensar las pérdidas de los ingresos familiares.
Alertó que las familias recorten de los presupuestos rubros clave que impactan negativamente en los menores, como es la disminución de los recursos para la educación, salud y alimentación que afectan su bienestar y desarrollo.
En entrevista, luego de inaugurar el foro Derechos de la Infancia y Adolescencia en México: Construyendo buenas prácticas, indicó que los gobiernos de diversos niveles deberían apoyar a este sector de la población con políticas públicas responsables que propicien su crecimiento y protección.
"No existe una solución única para apoyar a los pequeños, pero en algunos países se han hecho inversiones importantes para fortalecer los programas sociales y apoyar a las familias a que superen al pérdida de los ingreso", expresó.
Luego de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) dio a conocer el fin de semana pasado, que de 2006 a 2008 aumentó el número de pobres en más de seis millones de personas en México, Sottoli dijo que harán un análisis para determinar cuántos de esos pobres son menores de edad y definir programas especiales que los apoyen.
La funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo que la prioridad de los gobiernos es que durante las crisis económicas los niños y adolescentes sean uno de los sectores más protegidos con programas integrales de atención.