Es a veces muy reiterativo -por no decir aburrido- hablar de temas nacionales. Lo tedioso de lo mismo resulta porque aunque cada tópico que sea importante para la región, ciertamente tiene poca trascendencia para el lagunero común. En este caso hablamos de la renovación de los "representantes del pueblo" ante la Federación, que son las diputaciones federales. La ínfima representación local en tan cuestionado órgano legislativo, puesto que la aportación de tres diputados de mayoría de 500, poco puede influir en ese artilugio llamado Cámara Baja o de Diputados.
Como muestra de ello hoy y hasta el 31 de agosto, tenemos en la Cámara más de tres representantes; los de mayoría son por el quinto distrito en el estado de Coahuila, Carlos Bracho (quizá mal ponderado) y por el sexto también el coahuilense Jesús de León Tello. Por el segundo distrito con sede en Gómez Palacio y Lerdo, la curul es ocupada hasta finalizar el mes entrante por la ex alcaldesa Leticia Herrera Ale. Existe un segundo distrito por el lado de Coahuila que empieza en San Pedro y concluye hasta los municipios del Centro de Coahuila y que es propiedad del priista, Javier Guerrero.
Pero también en la Legislatura actual está por lo menos un par más en lo que se refiere a diputados plurinominales, esas posiciones que son 200 de 500 y que los partidos políticos se reparten hoy ya como botín político dentro de lo que constitucionalmente se conoce como los representantes del pueblo. Uno de ellos es el connotado político y hoy embajador de México ante España, Jorge Zemeño Infante. El segundo es un lagunero que emigró a la capital del país y que poco ha vuelto: Rogelio Carbajal Tejada.
Así las cuentas, La Laguna tiene 5 diputados en total, y habría que preguntar ¿qué beneficio han traído a la zona? Que no sea los recursos que están etiquetados a la famosa Zona Metropolitana que anduvieron por el orden de los 250 millones, pero que al ciudadano común poco puede percibir en su beneficio. Además, hablar de esa cantidad -250 millones- en el presupuesto federal es como decir que nuestros heroicos representantes consiguieron el .025% del egreso federal. En otras cifras. El estado de Coahuila tiene un presupuesto que ronda los 25 mil millones de pesos y Durango debe andar a lo sumo hoy en 14 mil millones. La zona conurbada de La Laguna: Torreón, Gómez Palacio y Lerdo tienen presupuestada una cifra que ronda los 2,600 millones.
Sobre esas cantidades se deben hacer las ponderaciones del trabajo de nuestros diputados laguneros. Su participación en las comisiones legislativas, aunque ciertamente deben ser importantes, poco se conoce en su tierra de origen.
A todo esto debe añadirse el negro escenario que se vive en el país y particularmente en La Laguna. La crisis mundial por supuesto que ha golpeado durísimo a la región, a ello hay que agregarle lo que la emergencia sanitaria de la influenza ha dejado y como corolario de todo: la maldita inseguridad.
Todo eso ha provocado la peor depresión en la zona desde hace más de cincuenta años, y si a eso sumamos la porquería que ya es hoy la política mexicana, ¿cómo pedirle a un lagunero que asista a las urnas a votar el próximo domingo por representantes que poco volverá a saber de ellos?
Sin embargo, el voto es el único instrumento que le queda al ciudadano común y es menester manifestarse en las urnas. La política está convertida en una podredumbre, pero si los ciudadanos no se manifiestan a la hora de las elecciones, más estaremos a merced de las garras de la partidocracia rapaz que ha llevado al país al carajo.
Por eso es importante votar, por quien a cada quien le parezca, y sí, también anular el voto se vale. Lo lastimoso es que el abstencionismo prevalezca, más vale un voto nulo o blanco, que el no-ejercicio. Hay que votar, aunque el sufragio sea un voto con tristeza, es importante hacerlo.
FE DE ERRATAS
La semana anterior, hablando del parque que no se va a hacer este año en Gómez Palacio en la jabonera La Esperanza, hablé de un asunto familiar y en él dije que me rebané el tobillo en una bicicleta con mi hermano Miguel. Sí me rebané el tobillo en una bicicleta, pero iba con Pepe, un joven que ayudaba en la casa de mis padres. Lo aclaro porque con Miguel si Dios quiere seguiré conviviendo toda la vida y es preciso aclararlo para mí.
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