Pelotones de militares y policías están desplegados en la capital hondureña, en donde los centros comerciales están cerrados y la población camina por las calles con temor.
Los militares se encuentran, en especial, concentrados en los negocios de comidas rápida y en hoteles de lujo, mientras que en algunos lugares hay tanquetas para lanzar agua a los manifestantes que podrían llegar a esos centros.
En la Plaza Francisco Morazán, en el centro de Tegucigalpa, todos los negocios permanecen cerrados y cubiertos por cortinas metálicas, ya que el miércoles la tienda Jetstereo, del ex presidente Ricardo Maduro, fue saqueada por los protestantes.
María Luisa Rodrçíguez, de unos 50 años, llora en una esquina, tras narrar que se reuniría con su hermana en ese lugar, quien llegaba de la ciudad de El Paraíso.
"El problema es que ella no tiene celular y yo no sabía que iba a llegar la manifestación y no tengo porque pagar 'patos' de ningún político", dijo a Notimex.
A pocos metros está la sede del Congreso Nacional, rodeada también por cordones militares y policías.
La gente corre, las mujeres especialmente denotan en sus rostros que quieren "hacerse humo", lema de los hondureños al referirse a las personas cuando tiene la intención de evadir determinadas situaciones.
"La llevo a donde quiera, pero no donde hayan manifestantes, porque si me quiebran los vidrios usted no me los pagará, porque cuestan dos mil lempiras (unos 100 dólares)", advierte un taxista a los usuarios.
Una de esas zonas conflictivas es el boulevar Juan Pablo Segundo, donde está ubicada la Casa Presidencial y los centros de comidas rápidas, hoteles de lujo, allí también todo está militarizado.
En las calles, sin embargo, caminan hombres trabajadores, mujeres que traen bolsas con agua y que miran indiferentes a los militares.
"Vamos por grupos al Ministerio Público", dijo una joven que se identifico sólo como Pastora.
Pero el Ministerio Público, ubicado en la aristócrata colonia Lomas del Guifarro, ya tiene en sus alrededor tanquetas prestas para lanzar chorros de agua a los manifestantes.
Mientras en la norteña ciudad de San Pedro Sula, principal polo industrial del país, los seguidores del derrocado presidente Manuel Zelaya, anunciaron tomas de carreteras para mañana viernes.
