El Señor hizo todas las frutas. Hizo la manzana, que es la más fruta de todas las frutas. Hizo la pera, que tiene forma de señor de edad. Hizo la sandía, sin la cual no podía haber verano. Hizo el impúdico higo...
Todas las frutas hizo, menos el durazno.
Un día, sin embargo, Adán se extasió al ver el primer durazno que en el mundo había. ¡Qué fruto más hermoso era aquél! Su redondeada forma, de armoniosas curvas, recordaba una grupa femenina. Una suave pelusa lo cubría. Exhalaba un perfume delicioso. Su tono de alabastro mostraba un rubor tenue, como de muchacha que de pronto sabe que está enamorada.
Adán le preguntó al Señor:
-¿Por qué no habías hecho el durazno?
Respondió el Hacedor:
-Porque me faltaba inspiración. Aún no había hecho a la mujer.
¡Hasta mañana!..
Don Astasio regresó a su casa y encontró a su esposa, doña Facilisa, en trance de coición con un desconocido. Desconocido para don Astasio, claro, pues la señora mostraba conocer muy bien al individuo, a juzgar por las expresiones con que se dirigía a él. Tales expresiones eran, entre otras, las siguientes: "Méngache mi chulo"; "Cochotas lindas", y "Prieto pechocho". Don Astasio contempló la escena, fue a colgar en el perchero su saco, su bufanda y su sombrero, y luego se dirigió al chifonier donde guardaba una libreta en la cual tenía anotadas invectivas para decirlas a su mujer cuando la hallaba en coyuntura fornicaria. Después de localizar el último improperio que había registrado volvió a la alcoba y se lo espetó a la pecatriz. Le gritó: "¡Taranta!". Esa palabra la había encontrado leyendo a don Benito Pérez Galdós. El término se usa en las Canarias para designar a la mujer liviana, y don Benito era canario. Facilisa, que ignoraba el significado de "taranta", y que no sabía que Pérez Galdós era canario, se molestó por aquella intervención, a causa de la cual perdió momentáneamente el ritmo de sus eróticos meneos. Le dijo con molestia a su marido: "Ay, Astasio. ¿No ves que estoy muy ocupada? Espera al menos a que se vaya la visita". (¡Si don Benito hubiese visto eso, la novelona que habría escrito! Olvídate de "Trafalgar")... Solicia Sinpitier, madura señorita soltera, se cansó de ser célibe. El celibato a fuerza, ya se sabe, es un atentado contra la vida, y la señorita Sinpitier amaba la vida. Ninguna absurda falacia, ninguna mentirosa virtud inventada por hombres con apetito de poder habían matado en ella ese fundamental amor, y no quería vivir ya en su forzado celibato, que iba lo mismo contra la vida que contra la razón y el bien. Así pues Solicia puso en el periódico local un anuncio que decía con ejemplar laconismo: "Busco marido". Al día siguiente recibió 100 respuestas a su anuncio. Todas eran de mujeres, y todas decían: "Venga por el mío"... El capellán de la prisión le informó al condenado a muerte: "A solicitud mía el alcaide ha decidido darte 10 minutos de gracia". "No es mucho, padre -responde el individuo-. Pero, en fin, déjeme solo y que me traigan a Gracia"... El valetudinario caballero se quejó con el médico: "No puedo hacer pipí". Pregunta el facultativo: "¿Qué edad tiene usted?". Contesta el provecto señor: "Noventa años". Y le dice el médico: "Pues ya hizo bastante ¿no?"... Una empresa necesitaba un experto en computación que hablara un segundo idioma. Se presentó un perro a pedir el puesto. Asombrado, el jefe de personal le aplicó las pruebas correspondientes. El can las aprobó todas, y con calificaciones superiores a las de los demás aspirantes. Dudando todavía, el jefe le dice al animal: "Pasó usted todos los exámenes de computación. Pero ¿sabe un segundo idioma?". Responde el perro: "Miau"... Cuatro señoras asistieron a una terapia de grupo acompañadas por sus respectivos hijos. El siquiatra le dice a la primera: "A usted le gustan mucho las golosinas. Lo sé porque a su hijita la llamó 'Candy', que significa dulce". A la segunda le dice: "A usted, señora, le gustan mucho los cocteles. Eso lo deduzco del hecho de que bautizó a su niña con el nombre de Margarita, que sirve para designar a un coctel". Se vuelve hacia la tercera y le dice: "Usted le puso a su hija 'Penny'. Eso significa que le gusta mucho el dinero, pues 'penny' en inglés quiere decir 'centavo'". La cuarta señora se levanta apresuradamente y le dice a su pequeño: "Vámonos, Pito"... ¿Por qué los elefantes tienen cuatro pies? Porque con un solo pie las elefantas no quedarían satisfechas. (No le entendí)... FIN.
