Soneto
Me tomas de la mano, flor pequeña,
espejo, colibrí, canela, nube;
y me elevas al cielo a donde sube
el alma cuando olvida o cuando sueña.
Abres los ojos y su luz me enseña
que ya se fue la soledad que tuve;
que tu paso es el paso con que anduve;
que a tu sombra mi sombra se despeña.
Si no fuera por ti yo no estaría.
Cegaría si no pudiera verte.
Soy de mí nada más porque eres mía.
Quiero volverme sed para beberte.
Quiero nacer a ti en mi agonía,
y sepultar bajo tu piel mi muerte.
AFA.
¡Hasta mañana!..