Variación Opus 33 sobre
el tema de don Juan
Don Juan era ya anciano. (También los don juanes llegan a ser ancianos, pero son siempre ancianos que sonríen).
Cierto día lo buscó un aprendiz de seductor.
-Maestro -le preguntó con ansiedad-. ¿Cuál fue tu gran secreto para seducir?
-Si te lo digo -le preguntó don Juan- ¿me prometes que a nadie más se lo dirás?
-¡Lo prometo, maestro, lo prometo! -juró aún más ansioso el aprendiz de seductor.
Don Juan, entonces, le hizo seña de que se inclinara sobre él, y le dijo en voz baja al oído:
-Mi gran secreto de seductor fue dejarme seducir.