Primavera de invierno ha sido ésta.
En días radiantes estamos viviendo días oscuros. Todos los males parecen abatirse sobre México, y todo lo mexicano, y los mexicanos todos, son vistos en el mundo con recelo y temor. Únicamente falta que en el extranjero nos pongan campanillas, igual que a los leprosos de los tiempos bíblicos, para anunciar nuestra presencia y que la gente se aparte, con espanto, de nosotros.
Sabemos, sin embargo, lo que somos. Sabemos que no es cierto lo que se piensa de nosotros: que estamos eternamente condenados al atraso. Va a pasar este invierno en primavera, y habremos aprendido la lección de la solidaridad social y de la búsqueda de mejores condiciones de vida para todos.
"No hay mal que por bien no venga", afirma la sabiduría popular. Se irá este mal. Esperemos que haya sido para bien.
¡Hasta mañana!..
