El color negro no existe, dicen unos.
Es la ausencia de color.
La oscuridad no existe, dicen otros.
Es la ausencia de luz.
El mal no existe, dice Malbéne.
Es la ausencia de bien.
"No es que el hombre malo esté poseído por el demonio -afirma el controvertido teólogo-. Lo que sucede es que no se ha dejado poseer por Dios. No puede haber dos reinos en el mundo: el del mal y el del bien. Eso implicaría la existencia de dos dioses. Existe sólo el bien. Si lo apartamos de nosotros deja un vacío que el mal viene a ocupar, como la oscuridad que surge cuando deja de brillar la luz".
Y concluye Malbéne:
"Hagamos que brille el bien, para que no se haga presente entre nosotros la oscuridad del mal".
¡Hasta mañana!...