Llega el viajero al parque nacional Grand Teton, en Wyoming, y lo primero que hace es recordar a su ciudad.
La verdad, lo primero que hace siempre el viajero cuando llega a cualquier parte es recordar a su ciudad, pero ahora la recuerda más.
Sucede que los picos que forman esa cadena montañosa, The Grand Tetons, tienen la forma de enhiestos senos de mujer. Los tramperos francocanadienses que llegaron ahí al principiar el siglo diecinueve los llamaron con ese sonoro y expresivo nombre: "Grand Tetons", que significa más o menos "tetas grandes". En la ciudad donde el viajero vive hay dos pequeños cerros que adoptan también la forma de senos femeninos. Se llaman "Las tetillas".
Caminando por el parque nacional Grand Teton, de Wyoming, y recordando a su ciudad, el viajero hace una profunda reflexión: el hombre, vaya a donde vaya, sea o no trampero, sea francocanadiense o no, siempre verá en la naturaleza las formas femeninas, y siempre pensará en la mujer.
¡Hasta mañana!..