El rey Cleto preguntó a sus sabios si el mundo era redondo o era cuadrado. Los sabios le dijeron que el mundo era redondo. Entonces el rey Cleto promulgó una ley en la cual le ordenaba al mundo ser redondo.
El rey Cleto preguntó a sus sabios si el mar tenía mareas. Los sabios le dijeron que, en efecto, el mar tenía mareas. Entonces el rey Cleto promulgó una ley en la cual le ordenaba al mar tener mareas.
El rey Cleto preguntó a sus sabios si había día y noche. Los sabios le dijeron que sí: había día y noche. Entonces el rey Cleto promulgó una ley en la cual ordenaba que hubiera día y noche.
Los súbditos pensaron que el rey Cleto debía ser muy poderoso, pues todas las cosas del mundo obedecían sus mandatos.
Y entonces el rey Cleto se sintió feliz.
¡Hasta mañana!..