Siempre me he preguntado por qué los hombres -los varones, quiero decir- somos tan tontos.
Porque somos muy tontos, hay que reconocerlo. Al lado de cualquier mujer el hombre más inteligente es un babieca. Sobre todo en determinadas circunstancias.
Después de mucho pensar creo haber hallado por fin la respuesta a la pregunta de por qué somos tan tontos los varones.
Eso se debe a que venimos de Adán.
Y Adán, el primer hombre, fue muy tonto.
He aquí que Dios puso ante él una mujer y una manzana.
Y lo que Adán se llevó a la boca fue la manzana.
¿Puede haber mayor insensatez?
Pues bien: de ese grandísimo tonto provenimos esos tontos grandísimos que los hombres somos. Tal es la explicación de nuestra necedad.
¡Hasta mañana!..