El abuelo les relataba a sus nietos sus formidables y jamás sucedidas aventuras.
-Ahí estaba yo, en lo más profundo del África, solo, sin más compañía que la de mi fiel rifle Magnum. De pronto me vi rodeado por 15 feroces leones de melena negra que me miraban con odio africano, rugían amenazadoramente y me mostraban sus espantosas fauces, dispuestos a destrozarme ya. Alcé mi rifle y...
-Abuelo -le dice el nieto mayor-. La última vez que nos contaste esa historia los leones eran tres, no 15.
-Hijo -le contesta el señor solemnemente-. Entonces no tenían ustedes edad para conocer la terrible verdad.
El cuentecillo enseña una lección: los abuelos tenemos respuestas para todas las preguntas, no importa que los nietos tengan preguntas para todas las respuestas.
¡Hasta mañana!..