VARIACIÓN OPUS 33 SOBRE EL TEMA DE DON JUAN
A don Juan no le preocupaba mucho el más allá. Lo suyo era el más acá. Tampoco tenía demasiado interés en ganar el paraíso. "El amor de una mujer -solía decir- es el paraíso, y yo he tenido muchos paraísos".
Así, el donjuanesco galán se sorprendió bastante cuando al morir se vio en las puertas del Cielo. San Pedro, sin embargo, le negó la entrada a la mansión de la eterna bienaventuranza.
Don Juan se encogió de hombres, e iba ya a retirarse cuando el Señor apareció de pronto. Le preguntó al portero:
-¿Por qué no dejas que don Juan entre a mi casa?
-Señor -explicó el apóstol de la llaves-, este hombre es el gran seductor.
-Te equivocas -respondió el Señor-. Es el gran seducido.
Ni San Pedro ni don Juan entendieron lo que el Señor decía, pero las puertas del Cielo se abrieron para el gran seductor. Perdón: quise decir para el pobre seducido.
¡Hasta mañana!..