HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Noé llamó a su mujer y le habló así:
- El Señor me encontró sin pecado, y entre todos los hombres me ha escogido para salvar de la extinción a los humanos.
- Claro que no tienes pecado -refunfuñó entre dientes la mujer-. Todo el tiempo te lo pasas haciendo esa maldita arca.
Pocos días después el Señor desató el torrente de las aguas. Noé hizo que su mujer y sus hijos subieran en el arca, y una pareja de cada especie de criaturas.
- He aquí que la misericordia de Dios es infinita -decía Noé con emocionada gratitud.
- Ni tanto -mascullaba su mujer-. Las primeras vacaciones que tomo en un crucero y ¿qué sucede? ¡Llueve todo el tiempo!
¡Hasta mañana!...