Me habría gustado conocer al hijo del reverendo Reuben Jobb, pastor de la Iglesia Metodista. En el primer día de clases en la escuela secundaria, reunidos los alumnos en el gimnasio, el director procedió a presentar a los maestros. Los que eran complacientes, facilones, eran aplaudidos y vitoreados por los estudiantes. Cuando fue presentado un profesor que era un magnífico maestro, y exigente, fue abucheado por los chicos. Un gesto de dolor se dibujó en su rostro. Entonces aquel muchacho se volvió hacia sus compañeros y les dijo: “¡Cuidado! ¡Esmi papá!”. Era alto y fuerte el joven, y era popular, de modo que el abucheo cesó. Cuando llegó a su casa el escolar relató lo que había sucedido. “Dije una mentira -se apenó-. Ese maestro no es mi padre”. -No te apenes -le contestó el pastor-. Lo único que hiciste fue equivocar el parentesco. No es tu padre, pero es tu hermano. Me habría gustado conocer al hijo del reverendo Reuben Jobb, pastor de la Iglesia Metodista. Y también me habría gustado conocer al reverendo Jobb. ¡Hasta mañana!..