Samuel Goldwyn, el productor de cine, le pidió a cierto escritor que escribiera la escena de amor de una película en que actuarían Olivia de Havilland y David Niven. Escribió el guionista:
"NIVEN-. Sonríe por favor, querida.
(DE HAVILLAND sonríe, y se acerca a él, amorosa).
NIVEN: Sonríe más.
(DE HAVILLAND hace más ancha su sonrisa).
NIVEN: Tengo una pregunta importante que quiero que me contestes ahora mismo.
DE HAVILLAND: (emocionada) ¡Oh, amor mío!
NIVEN: ¿Quién es tu dentista?".
A Goldwyn no le gustó la broma, y despidió al escritor. A éste no le importó el despido. Dijo a Niven: "Así tendré tiempo para escribir una novela que traigo entre manos".
El escritor era F. Scott Fitzgerald. La novela era "The last tycoon".
No hay mal que por bien no venga.
Hasta mañana!..