El maestro escribió en el pizarrón la letra A. Preguntó luego a sus alumnos:
- ¿Qué ven?
Todos respondieron:
- Una letra A.
Les dijo el profesor:
- Observen que ninguno de ustedes respondió: "Veo un pizarrón en el cual está escrita una letra A". El pizarrón es grande; la letra que escribí es pequeña. Y sin embargo nadie vio la enormidad del pizarrón, y todos se fijaron en la pequeñez de la A.
- Del mismo modo -concluyó el maestro- nunca pensamos en lo que no vemos, por pensar sólo en lo que vemos. Y, como en el caso de la letra A y el pizarrón, lo que no vemos es mucho más que lo que vemos.
Así dijo el maestro. Y los alumnos se prometieron a sí mismos que en adelante pensarían un poco menos en lo que veían, y un poco más en lo que no veían.
¡Hasta mañana!..