Las cuatro estaciones del Potrero tienen más ritmo que las de Vivaldi.
Primavera, verano, otoño, invierno, guardan aquí la perfecta armonía del universo, como si obedecieran a un exactísimo metrónomo.
Ahora que es otoño las hojas de los árboles caen junto con las del calendario.
A mí eso no me entristece, como a los poetas, que miran en la caída de las hojas una metáfora de muerte.
Yo soy vecino de la tierra. Sé por tanto que estas hojas de octubre son las mismas que el árbol tendrá cuando regrese abril.
El mejor poema es la naturaleza.
Y todo en ella es una metáfora de vida.
¡Hasta mañana!..