Me habría gustado conocer a Antonio de Curtis Gagliardi Ducas Comneno de Bisanzio.
Tal es el nombre de Totó, uno de los mejores entre los muchos magníficos actores cómicos que Italia ha dado al mundo. En su país fue tan popular y querido como Fernandel en Francia, o Cantinflas en México. Yo lo recuerdo en una película de Pasolini: "Uccelacci e Uccellini". Enviado por San Francisco a predicarles a los pájaros, descubre que a los gorriones no se les puede predicar con trinos, sino dando pequeños saltos, como ellos. Su actuación ahí es memorable.
Un periodista le preguntó a Totó si era feliz. Respondió él: "Soy feliz cuando doy felicidad a los demás".
Me habría gustado conocer a Totó. Si hay un secreto de la felicidad, él conocía ese secreto.
¡Hasta mañana!..