Pocos días tan vivos hay en México como el Día de Muertos.
Ir hoy a un panteón es como ir a un jardín de flores coloridas; a un sonoro mercado; a una vívida fiesta popular.
Los mexicanos somos dueños de la sabiduría que consiste en ver la muerte como otra cara de la vida. Los muertos siguen vivos en nosotros; están más en nuestra vida que en su muerte, y gozan de la inmortalidad que da el recuerdo. Porque -esta es frase para Día de Muertos- la única verdadera muerte que hay es el olvido.
En México, país trágico, la muerte ríe; charla; se adorna con flor de cempasúchil; come caña de azúcar y naranjas; lleva mariachis a las tumbas; bebe mezcal y compra pan de muertos.
Este día, dedicado a la muerte, revivimos la promesa de la vida.
¡Hasta mañana!..