Escribió un hombre que se acercaba ya a la ancianidad:
"¿Qué edad tendrías si no supieras qué edad tienes?
No podemos evitar el hecho de envejecer, pero sí podemos evitar sentirnos viejos.
El secreto de la felicidad consiste en buena parte en no contar tus cumpleaños, sino tus bendiciones.
Procura rehuir a la soledad. El que envejece solo, envejece más aprisa.
Haz que tu corazón determine la edad de tu cuerpo, y no que tu cuerpo determine la edad de tu corazón.
La verdad, se necesitan muchos años para llegar a ser verdaderamente joven".
Así escribió ese hombre. Y escribió la verdad.
¡Hasta mañana!..