Jean Cusset, ateo con excepción de las veces que se enferma, dio un nuevo sorbo a su martini -con dos aceitunas, como siempre- y continuó:
Pensé escribir un aforismo que diría: "Dios hizo hermosa a la mujer. El diablo la hizo sexy". Sin embargo me di cuenta de que ese pensamiento estaba errado. También fue Dios quien hizo sexy a la mujer. Así atraería al hombre, y cumplirían los dos el amoroso rito de prolongar la vida.
-En su omnisciencia Dios puso en nosotros el deseo sexual, expresión la más plena de la vida y del amor. Es algo limpio, pero la gente inmoral, y la gente demasiado moral, lo han convertido en algo sucio. Demos gracias a Dios porque hizo hermosa a la mujer, y también por haberla hecho sexy.
Así dijo Jean Cusset. Y dio el último sorbo a su martini, con dos aceitunas, como siempre.
¡Hasta mañana!..