HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Adán estaba solo en el Paraíso. No sabía que ningún paraíso es paraíso si no se tiene alguien para compartirlo. Así, le pidió a Dios una compañera. Dios sabe bien lo que es la soledad, de modo que sumió al hombre en un profundo sueño, le sacó una costilla y con ella hizo a la mujer.
Ni Dios ni el hombre supieron lo que habían hecho. Eva sí lo sabía bien. Sabía lo que ninguno de los dos, ni el hombre ni el Señor, podían saber: que los paraísos suelen ser muy aburridos. Entonces la mujer tentó a la serpiente para que la tentara. La serpiente cayó en la tentación, y tentó a Eva. Ella, deliberadamente, cayó en la tentación. Dios la castigó -o creyó que la estaba castigando- y con ella castigó también al hombre. Los hizo salir del Paraíso. Eso es precisamente lo que quería Eva.
Desde entonces vivimos en este mundo. En este mundo que, gracias a Eva, por Eva, y con Eva, es un verdadero paraíso.
¡Hasta mañana!..