La radiofrecuencia es un sistema que permite llevar a cabo diferentes tratamientos como lifting facial, lipoescultura y liposucción en sólo ocho sesiones, las cuales reducen el peso, reafirman la piel y dan elasticidad al cuerpo.
La forma de lograr que nuestra piel tome firmeza y elasticidad, ya no está sólo en los tratamientos cosméticos ni en costosas cirugías plásticas, sino en nuevas técnicas que ahorran tiempo, dinero y esfuerzo.
En el tema de la belleza, la tecnología avanza y trae consigo innovadoras soluciones para lucir más joven en poco tiempo. Una de éstas es la radiofrecuencia, un sistema que permite llevar a cabo diferentes tratamientos como el llamado lifting facial, lipoescultura y liposucción en tan sólo ocho sesiones y sin necesidad de emplear el bisturí.
Se trata de una máquina de aplicación estética no invasiva (no tiene efectos secundarios en la piel), que transmite radiaciones electromagnéticas que producen un calentamiento en la parte más profunda de la dermis.
"Estas radiaciones actúan sobre el tejido adiposo consiguiendo un acortamiento de las fibras de colágeno y la regeneración del mismo.
"Con ello se elimina 90% de las líneas de expresión y flacidez. Reestructura la piel y el tejido celular, así como la retracción de tejido corporal", explica Francisco García, director general de la firma Belleza Permanente, clínica que ofrece este tipo de tratamiento.
Entre otros de los beneficios de este aparato se encuentra la reducción de las arrugas y surcos conocidos como nasos genianos, (líneas a los costados de la nariz) así como la reducción de la celulitis y tonificación de la piel.
También mejora la circulación sanguínea local y ayuda al drenaje de los depósitos grasos del sistema linfático.
Este último es el encargado de eliminar las toxinas y la conservación de concentraciones proteínicas. "La radiofrecuendia puede aplicarse también en zonas en donde se localicen celulitis, disminución de volumen, lesiones post acné, flacidez y surcos", afirma García.
TIPOS DE RADIOFRECUENCIA Esta innovadora y revolucionaria técnica se divide en dos tipos:
-Unipolar: usa un electrodo de retorno (un aparato en forma de "plancha") que se aplica en superficies más pequeñas como lo es el rostro.
-Bipolar: se aplican dos electrodos en la zona de tratamiento.
El calor y la energía eléctrica se unen para hacer efecto en zonas más amplias como estómago, piernas y brazos.
La radiofrecuencia es capaz de producir temperaturas dentro del margen de temperatura crítica (41-48 °C) para la retracción y remodelado del tejido conjuntivo sin ser molesto para los usuarios.
También logra un tensado de la capa fibrosa del tejido entre la dermis y el tejido subcutáneo, lo que también servirá para reducir los futuros síntomas de la "piel de naranja".
El tiempo de tratamiento para el rostro es de 15 a 20 minutos y para el corporal es de 40 a 60 minutos y se recomiendan ocho sesiones, una por semana.
La radiofrecuencia fue inventada por el doctor William T Bovie, junto con Harvey Cushing, quien también ayudó a desarrollar la electrocirugía.