Guadalajara jugó un buen primer tiempo, pero perdió el control del juego y cedió el empate 1-1. (Jam Media)
Morelia, Mich.- Efraín Flores encontró en Mauricio Morales al hombre ideal para descargar la presión que lo rodea.
Eso explica la inusual carrera que el director técnico del Guadalajara emprendió hacia el árbitro, en cuanto oficializó el empate (1-1) en el Estadio Morelos.
Sí, Morales le regaló a los Monarcas el penalty que Andrés Mendoza cristalizó (64') y no marcó aquella falta de Marvin Cabrera sobre Alberto Medina, cuando faltaban menos de 10 minutos para el final, pero el Rebaño Sagrado continúa mostrando una versión timorata, llena de pánico, en la que la prioridad es no ser derrotado. La filosofía de Jorge Vergara fue tirada a la basura, justo cuando el propietario de los rojiblancos cumplió todos los deseos del estratega, previo al actual torneo.
El Guadalajara acumula cuatro duelos sin ganar. Apenas rescató dos de las más recientes 12 unidades que disputó. Lo preocupante es que la cosecha es merecida por lo mostrado desde que Flores tiene a todas las piezas de su defensa, esa que tiene nombres, pero carece de la entrega que la caracterizó, cuando no había tantas figuras.
Anoche, el Morelia no ganó porque Mendoza mostró que está muy lejos de aquel depredador del área que revolucionó al futbol mexicano hace seis meses. El Cóndor pudo darse un festín. Aarón Galindo jamás pudo controlarlo, siempre le vio el 18 que se marca en su espalda; sin embargo, falló en casi todas.
Su único éxito fue en el penalty. Ignacio Carrasco no confió en él, pidió el balón para fusilar a Luis Michel, pero el peruano se aferró a su instinto y decretó la igualada para los michoacanos. Sólo fue uno de los muchos sobresaltos que volvió a sufrir la "lujosa" zaga chiva.
Galindo, Héctor Reynoso y Jonny Magallón continúan sin entrar en sintonía.
