La presencia policíaca y militar inició a las 10:30 de la mañana y concluyó poco después de las 12:00 horas en que se controló la situación.
De nueva cuenta se activó el Código Rojo al tenerse conocimiento de un conato de riña en el Centro de Readaptación Social (Cereso) No. 2 como los ocurridos el pasado fin de semana con saldo de 6 reclusos muertos.
Por este motivo llegaron de inmediato elementos de las policías municipal, estatal y federal que pusieron orden al interior del penal después de comprobar que no se registraba ningún enfrentamiento.
La presencia policíaca y militar inició a las 10:30 de la mañana y concluyó poco después de las 12:00 horas en que se controló la situación.
En el operativo de vigilancia fueron apoyados por un helicóptero del Gobierno de Coahuila que sobrevoló amplia área cercana al reclusorio.
La desesperación y zozobra intranquilizó a familiares de los internos que llegaron muy temprano para aprovechar la hora de visita, pero no se les permitió la entrada hasta después de la una de la tarde de este jueves.
Aun con la presencia de las fuerzas federales, directivos carcelarios les dijeron que no ocurría ningún desorden dentro del Centro de Readaptación Social.
La acción policíaca y militar obedeció a que trascendió que los reos habían traspasado el área 'muerta', es decir, la zona que divide el patio y las instalaciones administrativas.
Sin embargo, quedó de manifiesto que los internos mantienen su exigencia de que los presos que trajeron del reclusorio de Durango sean devueltos lo más pronto posible.
Hay que destacar que el pasado viernes se suscitó una riña con saldo de 3 presos muertos, y al día siguiente, el sábado, otro pleito entre internos dejó igual número de fallecidos.
Desde esos días, existe una incertidumbre y temor entre los reclusos y sus familiares porque nuevas riñas pudieran volverse a presentar.