El trabajo y calidad del mexicano lo hicieron merecedor de múltiples reconocimientos.
El multifacético actor Ricardo Montalbán falleció ayer a la edad de 88 años.
Ricardo Montalbán, el actor nacido en México que saltó estrellato en musicales de MGM y más adelante como el señor Roarke en la serie televisiva La Isla de la Fantasía, falleció la mañana del miércoles en su casa de Los Ángeles, dijo un concejal. Tenía 88 años. El destacado actor de cine, teatro y televisión dejó además gratos recuerdos entre los laguneros entre quienes vivió por años durante su infancia y juventud.
“Lo que ustedes vieron en la (gran) pantalla y en la televisión y en los programas de tertulia, este individuo cortés, modesto, digno, es exactamente quien era él”, dijo David Brokaw, por años su amigo y publicista.
Montalbán ya era un astro del cine mexicano cuando MGM lo convocó a Hollywood en 1946. Fue seleccionado para protagonizar Fiesta con Esther Williams, y también actuó con la belleza de la natación en On an Island With You y Neptune’s Daughter.
Pero Montalbán fue mejor conocido como el ligeramente misterioso señor Roarke, siempre de blanco, quien presidía un centro turístico en una isla donde los visitantes podían alcanzar sus sueños de toda la vida, por lo general a expensas de una difícil lección. Tras una ceremonia de recepción, saludaba a cada huésped: “Soy el señor Roarke, su anfitrión. Bienvenido a la Isla de la Fantasía”.
El programa se transmitió entre 1978 y 1984.
Más recientemente hizo papeles de villano en dos exitosas películas de los años 80: Star Trek: The Wrath of Khan y la grotesca The Naked Gun: From the Files of Police Squad.
Entre sus papeles en cine y televisión, Montalbán se mantuvo activo en el teatro. En 1957 protagonizó el musical de Broadway Jamaica junto a Lena Horne, obteniendo una nominación al premio Tony como mejor actor.
Creador de fantasías
La Isla de la Fantasía tuvo buenos índices de audiencia la mayor parte de su vida en ABC, y aún se transmiten reposiciones de la serie. El señor Roarke y su amigo Tattoo, interpretado por el pequeño (1.18 metros) Herve Villechaize, se convirtieron en iconos de la televisión. Villechaize murió en 1993.
En una entrevista en 1978 analizó el éxito de la serie:
“Lo que resulta atractivo es la idea de conseguir lo inalcanzable y aprender de ello. Una vez que uno cumple una fantasía se convierte en realidad, y esa realidad no es tan emocionante como la fantasía”, señaló el actor. “A través de las fantasías uno aprende a apreciar sus propias realidades”.
Y en cuanto al señor Roarke: “¿Era un mago? ¿Un hipnotizador? ¿Usaba drogas alucinógenas? Finalmente encontré un personaje que me viene bien. Tiene la esencia del misterio, pero necesito un punto de vista para que mi actuación sea coherente. Ahora lo interpreto 95% creíble y 5% misterioso. No tiene que comportarse de forma misteriosa; sólo lo que hace lo es”.
El 26 de octubre de 1944, Montalbán se casó con Georgiana Young, actriz y modelo y hermana menor de la actriz Loretta Young. Católicos ambos, formaron una de las parejas más unidas de Hollywood y tuvieron cuatro hijos: Laura, Mark, Anita y Víctor.
Lagunero por adopción
Nació en México pero se sentía lagunero, fue muy apreciado en esta Comarca donde vivió parte de su vida hasta que un día en busca de sus sueños, voló y se convirtió en actor de cine. Ayer falleció en su residencia de Los Ángeles, California a la edad de 88 años de edad Don Ricardo Montalbán Merino y en este sentido su sobrino José Antonio Lamberta Montalbán platicó algunas apreciadas anécdotas.
“Mí tío hizo muchos papeles en el cine y entre estos fue el de Latin Lover, por cierto no le gustaba mucho y un día refiriéndose al mismo comentó: ‘el único y verdadero Latin Lover que ha habido es mi padre porque dedicó su vida a mi madre y la hizo feliz por muchos años’”.
Hijo menor de los señores Genaro Montalbán y Ricarda Merino de Montalbán, el afamado actor lagunero por adopción -porque amaba a Torreón-, desde siempre manifestó inquietud por ser artista. Su hermano mayor Carlos conocido de cariño como Chucho Montalbán y también personaje del mundo artístico, se opuso siempre a que incursionara en el medio.
“Mis tíos provienen de una familia de artistas, el mayor de los hermanos Carlos fue el primer jefe de doblaje de la Metro Goldwin Mayer y conductor de televisión por mencionar sólo algo de su trayectoria”.
Hay mucha historia por contar... José Antonio Lamberta entusiasmado citó al segundo de los hermanos, Pedro, que se inclinó por ser novillero pero “gracias a los rezos de mi abuelita Ricarda le fue mal y no se le hizo”.
Qué decir de doña Carmen Montalbán de Lamberta, “mi madre estudió piano clásico y ofreció una función en la inauguración de la primera radiodifusora en Torreón con el Ing. Wolf”.
Don Ricardo Montalbán hizo sinceras amistades en Torreón entre ellas con Armando Martín Borque, Emilio Herrera, el señor Lazalde, Alfonso y Memo Garibay y más.
Ahora, al recordarlo sabemos que su brío vivirá para siempre porque la gran trayectoria que realizó es herencia que deja a los laguneros... y a todos los mexicanos.
Y como forma de reconocimiento recibió hace años las llaves de la ciudad, de manos del entonces presidente municipal, Heriberto Ramos Salas. (Por Rocío Rodríguez)
Inspira a la juventud
A mediados de los años cincuentas, cuando estudiábamos en la Escuela Bancaria y Mercantil, ubicada entonces en Av. Juárez e Ildefonso Fuentes de Torreón, Coah., una mañana el director del plantel, profesor Adalberto Ruiz Ríos entró de improviso al salón, acompañado de un hombre joven, muy bien vestido y lo presentó con estas palabras:
“Les traigo, para que lo conozcan a una persona que fue mi alumno en la Escuela Comercial Treviño, donde di clases. Hoy es un artista muy famoso en Hollywood y, ya saben de quién se trata si van al cine. Es Ricardo Montalbán Merino y quiero que platique con ustedes sobre sus experiencias y ojalá los inspire con su charla”.
Y el director le dio la palabra al famoso visitante.
Éste fue al grano y entre otras cosas nos dijo: “Estos son los mejores años para ustedes, pero aprovéchenlos. A la mejor ni van a ser contadores ni oficinistas, como me pasó a mí, pero mucho les servirá cada etapa de su vida en las aulas por donde pasen”.
Y habló de algunas de sus experiencias, de cómo luchó para ser tomado en cuenta. Tuvo frases de agradecimiento para varios de sus maestros, cuyos nombres recordaba muy bien. Habló de gente conocida de la Comarca y del contacto que tenía con algunos de vez en cuando.
Nos causó tanto impacto su plática que varias veces lo hemos comentado en nuestra columna De la Vida Misma.
Hablamos también de su hermano Carlos que era famoso participando en los comentarios que hacía en noticieros y en documentales que entonces se pasaban en el cine y posteriormente en algunos programas de televisión cuando ésta tomaba más auge en nuestro país. Algunos día estuvo Ricardo en nuestra ciudad y supimos que donde quiera que iba era bien recibido.
En alguna ocasión sabiendo que estaba enfermo, conseguimos su teléfono en Estados Unidos pero nunca pudimos entrar en contacto con él, pues su esposa, hermana de la famosa actriz Loreta Young deseaba que su esposo tuviera reposo y no se alterara.
Sin embargo quienes estuvimos aquella mañana en la plática que dio, quedamos impactados con los conceptos vertidos por este hombre que hablaba con una sonrisa en sus labios, tal como lo veríamos años después en muchas famosas películas y sobre todo representando al Señor Roarke en la famosa serie de televisión La Isla de la Fantasía. (Por Miguel Ángel Ruelas T.)