
MADRID, ESPAÑA.- Francesca Woodman murió con 23 años, dejando una obra de 800 negativos, donde la artista usaba su cuerpo como material fotográfico para elaborar unos retratos donde su cuerpo parecía desvanecerse. Ahora 15 de ellos se exhiben a partir de hoy y hasta el 24 de octubre en la Galería La Fábrica. Woodman fue educada en una familia de artistas. Nació en Denver (Colorado) en 1958 y al terminar sus estudios, completados con una beca en Roma, se trasladó a Nueva York.