Abdul Aziz al-Hakim, líder del Consejo Supremo Islámico de Irak (CSII), uno de los más influyentes grupos políticos chiitas del país, murió hoy a los 60 años de edad tras una larga lucha contra el cáncer.
La muerte de Hakim, líder también de una de las dinastías religiosas más importantes de Irak, ocurrió en Teherán, la capital iraní, pero su cuerpo será trasladado mañana jueves a la ciudad iraquí de Nayaf, donde tendrá lugar su funeral.
El influyente clérigo chiita falleció en un hospital de Teherán tras deteriorarse su estado de salud, al cabo de una batalla de 28 meses contra el cáncer, anunció su hijo Ammar al-Hakim, quien se espera sucederá a su padre al frente del CSII.
Ammar al-Hakim evocó la lucha de su padre contra el régimen del hoy extinto Saddam Hussein y dirigió palabras de consuelo al pueblo iraquí y al mundo islámico.
El cuerpo de Hakim será trasladado a Bagdad mañana jueves después de una ceremonia de despedida en la embajada iraquí en Teherán, y será sepultado en Nayaf, de acuerdo con reportes de la agencia de noticias Aswat al-Iraq.
Hakim asumió la dirección del CSII en 2003 después de que su hermano, el gran ayatolá Muhammad Bager al-Hakim, perdió la vida en un atentado con coche bomba.
La cúpula política chiita de Irak lamentó el deceso del líder del CSII, que constituye 'una gran pérdida para el país', y ofreció sus condolencias a todo el pueblo iraquí.
Khalid al-Attiyah, portavoz del Parlamento, afirmó que Hakim era 'uno de los símbolos de Irak' y confió en que todos los políticos iraquíes continuarán el trabajo que el líder chiita.
Hakim se había retirado en gran parte de la arena pública desde el diagnóstico de cáncer, y en sus pocas apariciones públicas aparecía cada vez más frágil.
