Homenaje. Uno de los cuerpos de los policías fallecidos durante los enfrentamientos con indígenas es llevado a una iglesia para su velatorio en Lima.
Por lo menos nueve policías murieron en un nuevo choque con indígenas durante una operación para rescatar a 38 custodios que se encontraban en poder de los nativos en una estación petrolera en la selva peruana.
El ministro de Defensa, Antero Flores-Araoz, dijo ayer a la emisora Radioprogramas (RPP) que se logró rescatar a 22 agentes y recuperar el control de la Estación 6 de la empresa estatal Petroperú, pero nueve policías murieron y otros siete se encuentran desaparecidos.
"(Los desaparecidos) pueden estar fuera de control de ambos grupos y pudieran haber huido. No necesariamente que pudieran ser heridos o fallecidos", agregó.
Con este nuevo incidente, suben a 20 los policías muertos en choques con los nativos amazónicos, que desde el 9 de abril realizan protestas para exigir al Gobierno la derogatoria de decretos que consideran vulneran y debilitan sus derechos sobre sus tierras ancestrales.
Los indígenas habían secuestrado en la víspera a los policías que prestaban seguridad en la Estación 6, en el distrito de Imaza.
La madrugada del viernes 11 policías murieron en un enfrentamiento con indígenas cuando intentaban despejar la carretera Fernando Belaunde que se encontraba bloqueada por los nativos desde abril en la provincia de Utcubamba, en Amazonas.
Según el Gobierno, tres indígenas murieron en los incidentes, pero dirigentes nativos dijeron que el número asciende a 25. Por lo menos 109 personas resultaron heridas.
El jefe del Estado Mayor de la Policía, general Miguel Hidalgo, denunció ayer en RPP que varios de los policías que murieron en los enfrentamientos "han sido objeto de vejámenes brutales, incluso con elementos cortantes como hachas y machetes".
El presidente Alan García rechazó en una ceremonia oficial estos actos de violencia y los calificó de "barbarie".
Esto último lo dijo en alusión a Alberto Pizango, líder indígena y presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, a quien el Gobierno responsabiliza por haber azuzado a los nativos.
Un juzgado dictó ayer orden de captura contra Pizango, que se encuentra en la clandestinidad.
