Conferencia. Los niños y jóvenes se mostraron atentos a la intervención de José René R. Ontiveros, quien desarrolló una ponencia relacionada con los sucesos que derivaron en la matanza del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.
Durango
La sangre derramada por estudiantes y demás miembros de la sociedad civil en 1968 marcó la pauta para que los cambios sociales aceleraran su paso, por eso la matanza de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, debe permanecer en nuestra mente como un acontecimiento que marcó la vida de los mexicanos.
Lo anterior fue una de las ideas generales que expresó José René R. Ontiveros, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al ofrecer ayer dos conferencias, una en el Aula Laureano Roncal del Edificio Central de la Universidad Juárez del Estado de Durango y otra en el Museo Regional Ángel Rodríguez Solórzano, sobre los acontecimientos que vivió con el Consejo Nacional de Huelga.
Durante su ponencia, José René R. Ontiveros trató de explicar a grandes rasgos la problemática que enfrentaba el país y las amenazas que corría el Gobierno en aquellos años, según las autoridades, que finalmente fueron quienes decidieron actuar de esta manera que recuerda la historia de México, en una matanza en Tlatelolco.
PÚBLICO
El aula contó con un lleno total, el público fue heterogéneo, ya que al lugar se dieron cita desde niños hasta adultos mayores.
Los adultos tuvieron mayor entendimiento con el expositor, pero los niños y jóvenes fueron quienes más se esmeraron en tener una empatía con el conferencista, pues cuando contaba los detalles de aquella noche del mitin del que se derivó la matanza en Tlatelolco trataban de visualizar lo que él les relataba.
El investigador y profesor de la UNAM no sólo se centró en lo ocurrido la noche del 2 de octubre en la Ciudad de México, trató de expresar una visión más global para entender la magnitud del movimiento estudiantil que aglomeró a diferentes sectores de la sociedad.
La represión, la anarquía, los rumores, la incertidumbre, la ventaja y sometimiento, fueron algunas de las situaciones que se vivieron a finales de esa década, sentimientos colectivos que no sólo fueron expresados por estudiantes, sino por la sociedad en general.
El hecho al parecer abrumó a las autoridades y decidió actuar cometiendo los actos más atroces recordados en los últimos años por la memoria colectiva mexicana.
"El Estado mexicano empieza a cambiar y a conseguir más libertades democráticas luego de 41 años de sacrificio", destacó José René R. Ontiveros, casi al finalizar su participación.
