MOSCÚ, RUSIA.- Hileras de proyectiles y columnas de tanques marcharon ayer por la Plaza Roja durante el desfile militar del Día de la Victoria, mientras decenas de aviones de guerra volaban sobre el lugar, en la mayor exhibición de poderío militar en Rusia desde la era soviética.
El presidente Dmitry Medvedev advirtió que Rusia está lista para responder cualquier agresión y dijo que sus militares lo han demostrado en los hechos, una clara referencia a la guerra con Georgia, una ex república soviética.
Aunque no mencionó específicamente la guerra, aludió al conflicto de cinco días diciendo que la Segunda Guerra Mundial enseñó una lección que "mantiene vigencia hoy, cuando nuevamente hay quienes se embarcan en el aventurerismo militar".
La guerra en agosto pasado estalló cuando las fuerzas georgianas intentaron restablecer control en la provincia separatista de Osetia del Sur, que tenía fuerzas de pacificación rusas y que mantiene estrechos vínculos con Moscú.
Rusia respondió con todo su poderío y sus fuerzas y tanques aplastaron rápidamente a los militares georgianos y penetraron profundamente en Georgia.
Medvedev dijo que entre los soldados que participaban en el desfile "hay quienes han demostrado la alta capacidad de los militares rusos en acciones reales".
"Confiamos en que cualquier agresión contra nuestros ciudadanos será repelida enérgicamente", agregó.
La guerra y el subsiguiente reconocimiento ruso de la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, otra provincia separatista georgiana, afectaron las relaciones de Moscú con Occidente.
Además Medvedev, insistió en su iniciativa de crear un nuevo sistema de seguridad europeo.
"Un mundo en paz sólo es posible allí donde se respetan las normas del derecho internacional. Es por eso por lo que Rusia ha propuesto un nuevo acuerdo de seguridad europeo", señaló.
El líder ruso subrayó que ese nuevo acuerdo de seguridad continental debe cimentarse en la "cooperación multilateral", el "control de armamento" y "regulación exclusivamente pacífica de los conflictos". Como es tradicional, Medvedev también tuvo palabras de aliento y agradecimiento para los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, en particular a los que tomaron parte en las batallas de Moscú y Stalingrado, y a los que sufrieron los casi 900 días de bloqueo de Leningrado (actual San Petersburgo).
Al término de su intervención, los miles de soldados que formaban estoicamente en la plaza prorrumpieron en un sonoro "Hurra, hurra, hurra".
El jefe del Kremlin anunció recientemente que a partir de 2011 Rusia comenzará el rearme y modernización a gran escala de sus Fuerzas Armadas.